Con tantas jornadas compitiendo por las carreteras del mundo, lejos de la familia, el apoyo de los compañeros es el mejor remedio para evitar la morriña, evadirse de un deporte nómada e itinerante y descargar la presión de la competición. Y entre todos los compadres, más confidente que ninguno, un poco psicólogo y a ratos monologuista, emerge la figura del compañero de habitación.

Alberto Contador, uno de los dos integrantes de la bicefalia del Astaná, la comparte en este Tour con el portugués Sergio Paulinho ante la ausencia del asturiano Benjamin Noval, escudero en su triunfo en el Tour 2007 y en la Vuelta 2008. Noval no entró en el equipo del Tour para evitar bloques como tampoco Chris Horner, solicitado por Armstrong. Todo por el status quo.

Sin embargo Noval, quien está pendiente del Tour "con atención y emoción", sigue junto a Contador. Un gregario. Un amigo fiel. Un hombre que no percibe el problema de los bloques . "Hablamos por teléfono cada dos o tres días; a diario intercambiamos mensajes", explica el de Mieres. Y añade: "Conversamos sobre cómo se encuentra, la carrera,... Y sobre la caza, una pasión común".

El lunes, Contador opinó sobre la presión que existe, según Armstrong, en el Astaná: "Cenamos en la misma mesa sin problemas, en el autobús igual... La tensión parece mayor fuera que dentro". El madrileño, sin embargo, dejó un recadito para Bruyneel: "Si fuera el líder del equipo claramente no habría esta polémica".

Valverde, en Madrid

Con un "95% de posibilidades", según señaló la organización a 20minutos, Alejandro Valverde, ausente del Tour por una inhabilitación de dos años en suelo italiano, puede disputar la Vuelta Ciclista a Madrid, entre el 17 y el 19 de julio.

Sastre ve difícil ganar el Tour

El "poder absoluto de un equipo" o el ver a "cuatro de sus corredores entre los diez primeros", en referencia al equipo Astaná de Contador y Armstrong, llevó el lunes a Carlos Sastre a descartarse para repetir su victoria del año pasado en el Tour. "No estoy resignado, pero soy realista", valoró un hombre que afronta su 21ª prueba de tres semanas. "Subir al podio no me valdría, no me hace tilín ni tilán, no sueño con eso".