Fundas provisionales, reparaciones bucales a medias, encías sangrantes... El estropicio que la Clínica Dental Congosto ha causado en las bocas de sus pacientes sólo es comparable al agujero que ha dejado en sus bolsillos.

Esta empresa, situada en la calle Federico García Lorca de Vallecas, cerró hace un mes sin previo aviso dejando a más de cuarenta pacientes, que habían pagado un promedio de 4.000 euros por adelantado, en la estacada. Ahora se han unido para denunciar la presunta estafa.

Tratamientos a medias

"En mi caso me dejaron con unos puentes sin operar por los que me han estafado 700 euros. Pero se junta gente de todas las edades, incluso niños. Y hay hasta una señora a la que le sangran las encías por que la dejaron con unas fundas dentales provisionales. Había pagado 8.000 euros", explica José Campos, uno de los afectados, en una carta enviada a 20 minutos.

Al parecer, el desembolso que se ven obligados a realizar es un pago de crédito al consumo, firmado a su nombre, por el cual deben pagar un préstamo al banco por los servicios prestados por la clínica, "pero, como está a nuestro nombre, los bancos nos dicen que seguimos endeudados con ellos, pese a que el servicio haya sido interrumpido", afirma José Ruiz, otro de los pacientes presuntamente timados.

Este periódico ha tratado reiteradamente de ponerse en contacto con la clínica dental, sin éxito.

"Los bancos no deberían cobrar"

Según Gustavo Samaya, secretario general de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI), ya en su día la Justicia dio la razón a los más de 80.000 clientes de las academias de inglés Opening que también habían pactado una forma de pago a crédito. "Los jueces dictaminaron que el banco no podía seguir cobrándoles, pese a que estuviera a su nombre, ya que el servicio había sido eliminado".