La voz de Sole Giménez regresa a escena ofreciendo sus mejores registros con Dos gardenias (Warner, 2009), un disco que reúne 13 versiones de clásicos latinoamericanos de todos los tiempos, en clave de Latin Jazz.

¿Ha encontrado el mejor camino para su voz?

Ojalá, porque me siento cómoda con esta música, rodeada de maestros. Me gustaría seguir por este camino aportando composiciones.

Cuando publicó Ojalá ya anunció que haría más versiones.

Aunque me gusta componer hay canciones que se me van colando poco a poco diciéndome cántame. Las canto y vivo como si fueran mías.

¿Cómo surgió la idea?

Llevo muchos años pensándolo. Quería ir más allá del bolero y los standard del jazz. Quería cubrir ese hueco porque creo que a nivel nacional no tenemos cantantes que aporten algo a este estilo.

Máxime rodeada de maestros como Perico Sambeat, Chano Domínguez, Ara Malikian...

Creo que ha sido la mejor grabación de mi vida. Está grabado en directo porque este estilo no puede hacerse de otra manera.

¿Sigue siendo minoritario?

En general es posible pero ha habido repercusión con proyectos como Calle 54 o Bebo y Cigala. Si el estilo está bien desarrollado creo que hay público para que lo descubra. No creo que sea como cantar en el desierto.

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