En el Principado deberían trabajar unos 4.200 enfermeros más, casi el doble de los que ya hay, para que en los hospitales y centros de salud de la región se proporcione un servicio homologable al del resto de Europa, donde hay una proporción de 8,4 profesionales por cada 1.000 habitantes.

Estas cifras están lejos de las referencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda entre ocho y diez profesionales, como mínimo.

El colectivo de enfermeros está convencido de que tan pocos medios humanos ocasiona peores condiciones a los profesionales y un peor servicio a los pacientes, pese a que los asturianos son los son los españoles más satisfechos con el sistema sanitario. Según el Ministerio de Salud, el 83% de los ciudadanos cree que el servicio prestado está bien o muy bien.

«La población envejece y sufre cada vez más enfermedades crónicas. Además, la carga de trabajo de las plantillas no para de aumentar y cada vez hay menos personal para hacer las sustituciones», señala Margo Marqués, secretaria general del Satse en Asturias.

En su opinión, el Principado debería ampliar el número de plazas, por lo menos a los niveles recomendados por la OMS. La salud pública asturiana tiene actualmente 3.866 enfermeros, según datos del Servicio de Salud (Sespa).

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