Utilizaban una furgoneta para distribuir a los niños por distintos barrios de la capital. Los pequeños, equipados con radiografías y tarjetas de crédito, dedicaban el día a colarse en las viviendas por el método del resbalón (introduciendo el plástico entre la cerradura y el marco). Y, al llegar la tarde, la furgoneta regresaba para recoger a los niños y el botín: joyas de oro, fundamentalmente. "Despreciaban otros materiales", explicaron a 20 minutos fuentes de la Jefatura de Policía de Madrid.

Éste era el modus operandi de una banda de ladrones a los que los agentes atribuyen más de 500 robos en otros tantos pisos de la región (la mayoría en la capital) desde finales de 2008. También podrían haber hecho incursiones en provincias limítrofes como Toledo, Segovia o Guadalajara.

Eran tan activos que la Policía está convencida de que la desarticulación de esta banda tendrá como efecto inmediato un "importante descenso" de este tipo de robos en la comunidad.

Robos durante el día

Precisamente, el auge de los resbalones había puesto en alerta a muchas comunidades de vecinos de la región, donde la instalación de dispositivos de seguridad ha aumentado un 20% en un año como publicó 20 minutos el pasado 7 de mayo.

Las incursiones se realizaban durante las horas en las que las viviendas estaban vacías porque sus dueños estaban trabajando o habían salido a llevar a los niños al colegio o a comprar, normalmente entre las ocho de la mañana y las cinco de la tarde.

En los primeros robos sustraían las joyas revolviéndolo todo, pero posteriormente los cometían sin desordenar nada, de manera que muchas personas no se daban cuenta hasta días más tarde, cuando buscaban una determinada joya para ponérsela.

Niños de cinco años

La operación se ha saldado con 42 adultos detenidos (31 en Madrid y 11 en Reus, donde vivía el líder de la banda, informa Efe), todos ellos de etnia gitana y de nacionalidades croata, serbia y montenegrina. Entre los menores (chicas en su mayoría), que han sido puestos a disposición del Grupo de Menores de la Policía (Grume), había niños de tan solo cinco años.

Los agentes han logrado recuperar más de 6 kilos en joyas procedentes de los asaltos y 200.000 euros en efectivo. Parte de las alhajas se encontraban plastificadas, enterradas en una finca de Torrejón de Ardoz. Además de esta vivienda, los agentes han realizado otros 17 registros en la capital, otro en Torres de la Alameda y dos más en Reus (Tarragona).