Es difícil afirmar que la obra que Andrés Trapiello acaba de publicar, Los confines (Destino), sea la primera novela española en la que el tema central sea el incesto. Sin embargo, todo apunta a que, al menos entre nuestra literatura más conocida, viene a ocupar tal puesto.
Una historia de incesto, pero sobre todo "de absolutos", amores inmensos que luchan contra todo, incluido el mayor tabú de la humanidad.
¿Quería cubrir el hueco del incesto como tema central en nuestra literatura?
No, el origen de esta historia es una real que no tiene nada que ver con estos personajes, pero que surge de ella. Hace años me enteré de una historia que había sucedido en Madrid. Una joven de la aristocracia se iba a casar con un aristócrata, hasta que la madre de ella le dice que no puede hacerlo porque él es su hermano.
Y de ahí pasó usted al amor absoluto de su obra.
El incesto me ha servido para plantear una historia sobre cómo amarse a pesar de todo. Quería llevar el amor al extremo..., indagar en cómo se comportan los seres cuando se aman absolutamente, en cómo se sobrevive a un amor así. Es una novela de absolutos con una extremada libertad.
Y una novela sobre el paraíso arrebatado...
Sí, porque el incesto es la pérdida de la inocencia; es probar el fruto prohibido. Su prohibición lo atraviesa todo, todas las culturas y todos los tiempos; es universal. Mis personajes sienten un amor absoluto y puro, y eso les hace olvidar hasta el tabú. Deciden acabar con los impedimentos y eso les lleva al Paraíso.
¿Una historia feliz a pesar de los pesares?
Sí, aunque habría que matizar que más que un final feliz o infeliz es un final bastante especial.
¿Es usted de los que defienden la posibilidad literaria de las historias felices?
Es que la felicidad ha estado muy desprestigiada, porque parece que lo complejo está en la desdicha. Sin embargo, la lucha que todos tenemos en la vida es lograr la felicidad. Así que si la novela debe reflejar la vida, también habrá de reflejar esta lucha que tenemos por ser felices.
Lo que creo que sí le disgusta es que la novela se use para mezclar géneros...
No, porque la mezcla es consustancial. Lo que me molesta es que se pase por una historia lo que es una ficción. No podemos ni debemos jugar con dos barajas.
se pase por una historia lo que es una ficción
¿Un engaño?
Sí, porque es hablar de personas reales y entre medias meter una que no lo es. No es admisible que en medio de una foto de la historia metamos a un tercero que no estuvo allí y que lo hagamos para beneficiarlo. Es decir, hacerlo con ánimo de lucro intelectual o literario.
BIO. La malandanza, Los amigos del crimen perfecto y Días y noches son algunas novelas de este escritor leonés (1953).
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