Mala señalización, tramos en los que no hay carril bici, obras o suciedad. Son algunos de los obstáculos que 20minutos.es ha encontrado en el Anillo Verde Ciclista.

La peor parte del Anillo Verde Ciclista, que circunvala la capital y tiene una longitud de 64,294 km, se la llevan el tramo que atraviesa Entrevías y las obras de los alrededores del estadio de La Peineta, según corrobora la asociación cicloturista de usuarios de la biclicleta Pedalibre.

Pero las obras no invaden en carril bici sólo en las inmediaciones de La Peineta. En Sanchinarro, por ejemplo, muchos ciclistas optan por circular por la carretera, ya que, además de los obstáculos, en algunos tramos hay que cruzar de izquierda a derecha para poder continuar la marcha.

Sin carril bici

Al llegar a las Tablas y Montecarmelo, aunque los carriles son anchos y hay muy poco tráfico, el carril bici desaparece en algunos tramos y hay que circular por una calle de adoquines, cruzando antes por una carretera comarcal e invadiendo la acera, de dos metro de ancho.

Es en Montecarmelo donde sale otro carril bici que llega hasta Soto del Real. Muchos ciclistas optan por este camino ya que está separado por un muro de la carretera y no hay ningún cruce de caminos, por lo que se puede circular sin necesidad de parar.

Donde más problemas hay a la hora de seguir el carril bici es al llegar al barrio de Fuentelarreina. A partir del punto kilométrico 52, hay tramos en los que desaparece y es necesario invadir la acera y cruzar varios pasos de peatones. Además, este tramo está mal señalizado: dos señales invitan a girar por la derecha, pero el carril continúa por la izquierda. Los vecinos de la zona aseguran que antes el carril bici iba por otras calles, pero que al modificar el recorrido, no cambiaron las señales.

Vegetación en el carril bici

Uno kilómetros más adelante, el carril continúa por el arcén de la carretera a Manzanares el Real. En este tramo, la vegetación invade el carril bici, teniendo que esquivarla en algunos puntos para poder seguir avanzando.

El carril continúa hasta la Casa de Campo, donde la señalización brilla por su ausencia. Hasta llegar al Zoo, donde aparece el carril bici de nuevo, la bicicletas y los coches comparten carretera. Si uno no está familiarizado con el recorrido, resulta muy fácil perderse o desviarse por otro caminos marcados como la Senda Ciclista.

A la altura del barrio de Aluche, hay que atravesar la estación de metro por debajo, compartiendo la carretera con los autobuses de la EMT, ya que el carril vuelve a estar cortado por obras. Tampoco hay señalización que indique cuál es el camino a seguir. Tras atravesar este nuevo obstáculo, comienza un tramo agradable y lleno de árboles.

Charcos mugrientos

El siguiente punto negro es la Depuradora de La China. Para seguir el recorrido, es necesario atravesar un túnel lleno de charcos mugrientos y hay que compartir el carril con los coches. Algunos conductores no respetan a los ciclistas y circulan a gran velocidad. Así, además de poner en peligro la integridad de los corredores, meten las ruedas en los charcos sucios y salpican a los ciclistas.

La estampa tras cruzar el túnel no es mucho más agradable. El carril bici discurre por las inmediaciones del poblado chabolista de Santa Catalina (Entrevías) cuya cuneta está llena de escombros y basura. Según Pedalibre, este es uno de los peores tramos del anillo ciclista.

Los alrededores del estadio de La Peineta también marcan otro punto negro en el recorrido. La pasarela que cruza la carretera está cortada y es necesario desviarse por unos carriles llenos de baches y socavones, hasta llegar a la puerta del estadio. En ese tramo no hay carril bici por lo que es necesario volver a salir a la vía y compartirla con los vehículos a motor o invadir la acera, donde apenas hay sitio para los peatones.