Pintadas en las diferentes unidades de metro y tranvía, destrozos en las marquesinas de las paradas o en el mobiliario y máquinas expendedoras inutilizadas. Estos son los actos vandálicos más frecuentes en las 153 estaciones y apeaderos de metro y tranvía en superficie.

Sin embargo, a partir del año que viene Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) blindará todas estas paradas con cámaras de seguridad para tratar de erradicar estas situaciones, además de dotarlas de mayor seguridad.

Así lo confirmó ayer la gerente de FGV, Marisa Gracia: «El objetivo, además de ganar en seguridad, es lograr fidelizar a nuestros clientes ya que si van a comprar un billete y la máquina no va porque la han roto, es muy complicado conseguirlo».

Gracia explicó que entre las gamberradas más frecuentes están las pintadas de los tranvías o la obstrucción de la ranura de las monedas en las máquinas de billetes.

Hasta ahora, la red de Metrovalencia cuenta con un total de 400 cámaras distribuidas por todas sus estaciones subterráneas y de sus trenes y tranvías. Gracias a ellas, FGV detectó el año pasado un total de 875 actos vandálicos y 224 robos.

Según comentó Gracia, a lo largo de este año se contratará la instalación de las nuevas cámaras y comenzarán a colocarse a lo largo del año que viene.

Pero estas no serán las únicas mejoras que se realizarán en las paradas exteriores de metro y tranvía. Además, se renovará toda la megafonía y se instalarán teleindicadores digitales que informarán del tiempo que falta para que lleguen los convoyes de las diferentes líneas.

Además de estas acciones, FGV tiene previsto ejecutar la rehabilitación integral de las 24 estaciones en superficie y 19 apeaderos de la Línea 1. Esta actuación incluye la reforma de los edificios antiguos, obras de accesibilidad mediante rampas de acceso, así como nuevo mobiliario y más iluminación.

El tranvía no quita ruidos ni tráfico

El 21 de mayo se cumplen 15 años desde la reintroducción del tranvía en Valencia. Para conmemorarlo, FGV presentó ayer una encuesta sobre este transporte. Así, el 93% considera un acierto su recuperación. Sin embargo, sorprende que la mayoría cree que no ha reducido el tráfico, los ruidos, ni la polución. Además, es el tercer medio más usado tras el coche y los buses.