Ofrecen un Castillo del siglo VIII para celebrar eventos musicales y sociales

  • El castillo de Almodóvar se abrió como punto de interés turístico en 2001, con una inversión de 200 millones de euros.
  • La caída de las visitas turísticas obliga a buscar nuevas vías para obtener ingresos.
Castillo de Almodóvar, Córdoba.
Castillo de Almodóvar, Córdoba.
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Castillo de Almodóvar, Córdoba.

La dirección del Castillo de Almodóvar, una fortificación de origen árabe del siglo VIII, se plantea ofrecer su espacio para la celebración de banquetes de bodas y conciertos debido a la fuerte caída de las visitas turísticas.

Según informa José María cabrera , gerente del castillo, las visitas han caído en Semana Santa un 15% con respecto al mismo período del año pasado. Anualmente, unas 60.000 personas pasan por el castillo, pero este año todo apunta a que esa cifra va a verse reducida.

El Castillo de Almodóvar, una fortaleza medieval de 5.600 metros cuya construcción data del año 720 y que está edificada a 252 metros de altura, se abrió como punto de interés turístico en 2001, después de haberse invertido unos 200 millones de euros en su reforma y manutención, y durante un lustro consiguió, según Cabrera, que Almodóvar del Río, en Córdoba, "fuera el municipio más visitado de la provincia".

Ahora, la situación es "muy distinta" ya que, según el gerente, "el castillo tiene unos costes de mantenimiento altísimos que son imposibles de compensar, debido a que cada vez entra menos gente y con menos dinero para gastar en la tienda o el restaurante".

Medidas contra la caída de las visitas

La dirección ha llevado a cabo una campaña dirigida a agrupaciones, asociaciones de padres, centros de mayores y colegios con el objetivo de aumentar las visitas de grupo, ya que el paquete que mejor funciona actualmente es "Un día en el Castillo", dirigido a escolares de la provincia.

En ese sentido, la gerencia también está interesada en determinar la viabilidad y la inyección económica que supondría para el castillo

la celebración de eventos como una actividad complementaria, siempre que éstos no interfieran con las visitas turísticas.

Cabrera ha señalado que a largo plazo se está trabajando en dos productos turísticos de cara al verano del año que viene. La primera de estas líneas consiste en la celebración de cenas medievales, mientras que la dirección también se ha planteado ofrecer el recinto para la realización de conciertos y encuentros de música clásica.

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