El descanso para los bilbaínos que sufren el atronador ruido de la recogida de los contenedores de basura empieza a ser una realidad.

La próxima semana comenzará la sustitución de los 6.474 contenedores metálicos que hay en las calles de la ciudad por nuevas unidades de plástico, que amortiguan el ruido cuando los recoge el camión.

El problema del ruido en la recogida de la basura no es nuevo. Ya hizo reorganizar los horarios, de modo que, el 80% de los camiones pasan ahora en horario diurno.

El proceso de sustitución será paulatino y finalizará a finales de año, según informaron ayer los responsables de Obras y Servicios del Ayuntamiento. Además de ser de plástico, introducen algunas novedades. Sobre todo los de papel.

En lugar de poder abrirse sus compuertas como ahora, estos contenedores tendrán una rendija para meter el papel y el cartón que evitará que mendigos se metan en los contenedores y los usen como cama.

Los operarios de limpieza ya han visto esta circunstancia en diferentes ocasiones e, incluso, un indigente murió en 2006 aplastado por la maquinaria del camión. Hay otras mejoras.

Así, se pondrán para los vecinos que lo soliciten contenedores adaptados para discapacitados, con una apertura inferior para el depósito de las bolsas.

El Ayuntamiento se gastará 4,2 millones de euros en el cambio de contenedores, dentro del proceso de mejora y renovación de la maquinaria del servicio de limpieza. Los colores, los mismos. Habrá así 1.109 contenedores verdes, 1.230 amarillos, 1.035 para papel y 1.000 para vidrio, algunos más de los que había.

MENOS CARTÓN EN LOS COMERCIOS

El servicio de limpieza de Bilbao pondrá en marcha dos iniciativas en colaboración con la asociación de comerciantes Bilbao Dendak para mejorar esta tarea.

Así, pondrá en marcha una recogida especial de papel, cartón y envases después de temporadas concretas de actividad comercial intensa, como las rebajas, para fomentar el reciclaje.

También pondrá a disposición de los comerciantes un servicio para llevarse los enseres sobrantes, como muebles viejos, estantes o maniquíes. Algo similar a lo que ahora se hace con los particulares que lo solicitan.

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