Grupos políticos y entidades sociales siguen negándose a ceder ante la decisión de Belloch de poner a una calle el nombre del fundador del Opus Dei, José María Escrivá de Balaguer. Chunta Aragonesista (CHA) y el Movimiento Hacia un Estado Laico (Mhuel) presentaron ayer ante el registro municipal del Ayuntamiento de Zaragoza 1.500 firmas recogidas para intentar evitar esta medida.

El objetivo de estas firmas es iniciar ahora un expediente administrativo en el que se solicita al alcalde de la ciudad que retire esta propuesta «unipersonal de dedicar una calle a un colaborador franquista», explicó ayer Jorge Marqueta, de CHA.

La entrega de las firmas suponen el colofón de una campaña emprendida por estas dos entidades cuando se decidió cambiar el nombre de las calles franquistas para dar cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica.

Según decidió el equipo de Gobierno municipal, los nuevos nombres convivirán junto con los actuales durante los próximos dos años para facilitar la adaptación tanto de los vecinos como de los comercios y las tiendas.

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