Los 'microbotellones' les quitan el sueño cada vez a más vecinos en toda la capital

  • Son la causa principal del ruido nocturno, un problema que afecta al 20% de los ciudadanos de la capital, según el alcalde.
  • Proliferan al ser grupos pequeños que se concentran en cualquier parte.
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Jóvenes bebiendo en la calle, en una foto de archivo.
Jóvenes bebiendo en la calle, en una foto de archivo.
20MINUTOS.ES
Jóvenes bebiendo en la calle, en una foto de archivo.

Intentar conciliar el sueño y no poder pegar ojo por culpa de niveles excesivos de ruido nocturno es la pesadilla que soportan un 20% de los madrileños (alrededor de 800.000), según reconoció este miércoles el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón.

Si durante el día más de un millón de madrileños padecen el azote del excesivo ruido del tráfico, los microbotellones son, según reconocen fuentes de la Policía Municipal, la causa principal que impide el descanso nocturno de los vecinos.

"Ya no hay, como ocurría antes, grandes concentraciones de gente en un punto determinado, sino que son pequeños grupos de amigos que se terminan la copa en la calle o a la puerta de los locales", explican los agentes.

Como están más dispersos y su movilidad es muy alta, son más difíciles de controlar.

Y asociaciones de vecinos lo confirman: "Los botellones siguen proliferando y son muy molestos, sobre todo en el centro", explican desde la asociación de vecinos La Corrala, que reclama que los controles policiales lleguen a más zonas.

Pero el suplicio de los microbotellones no es exclusivo de la zona Centro: "Está ocurriendo en todas partes y en todos los barrios", confirman los agentes.

Lo sabe bien Elena G., vecina de la calle Bulevar de la Naturaleza, en el Ensanche de Vallecas: "Debajo de mi casa hay unos columpios propicios para que los niñatos vengan a altas horas de la noche a dar por saco a todos los vecinos", denuncia a 20 minutos.

Beben, se pasan, ponen la música en el coche para que la oigamos todo el bulevar..."

Y con el buen tiempo asegura que es mucho peor: "Beben, se pasan, ponen la música en el coche para que la oigamos todo el bulevar...".

Aunque el microbotellón supone una infracción de la ordenanza municipal que desde 2002 prohíbe consumir alcohol en la vía pública, su práctica es difícil de erradicar.

Vecinos juerguistas

El microbotellón no es, en cualquier caso, la única fuente de contaminación acústica que sufren los madrileños.

Para controlar todo tipo de "ruidos extremos" nocturnos, desde vecinos juerguistas hasta locales de ocio mal insonorizados, el Ayuntamiento de la capital puso en marcha, en abril de 2008, las patrullas de medición acústica.

Este dispositivo, que funciona de jueves a domingo de 23.00 a 5.00 horas, se inauguró en Centro para extenderse después a Chamberí, Salamanca, Tetuán y, desde febrero, a Moncloa-Aravaca.

En su primer año de vida estas patrullas han levantado 248 actas, de las que 219 (58 a viviendas particulares y 161 a locales y discotecas) han supuesto sanciones de entre 300 (en el caso de los particulares) y 1.000 euros (a locales). Con una llamada al 092, la patrulla se desplaza a medir el nivel de ruido nocturno, que no debe superar los 30 decibelios en la vivienda.

Zonas ruidosas nocturnas

El Ayuntamiento de Madrid está decidido a emprender una cruzada para asegurar el descanso de los vecinos sin perjudicar a los empresarios del ocio nocturno ni a sus clientes. Para empezar, el Consistorio está inmerso en la elaboración del mapa del ruido nocturno para determinar cuáles son las áreas más ruidosas, habiendo realizado ya mediciones acústicas en la zona de Aurrerá y en breve se harán en Azca. Según lo que demuestre el mapa, las patrullas de medición podrían extenderse a otros distritos e incluso se estudiará qué hacer con el ruido que provocan los vehículos de emergencias.

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