La Inspección de Trabajo abrió 104 expedientes a las empresas aragonesas por discriminar a las mujeres, uno cada tres días, durante el primer año de la puesta en práctica de la Ley de Igualdad. En total, en 2008 se impusieron multas a unas 50 empresas por valor de 30.812 euros, aunque podría incrementarse, ya que parte de los trámites iniciados todavía no se han cerrado.

El contenido de las propias ofertas de trabajo, la conciliación de la vida familiar y laboral, el acoso y la discriminación son los motivos más habituales de denuncia entre las trabajadoras.

Detectarlos es difícil, según los técnicos, ya que muchas de ellas guardan silencio por temor a represalias. La Ley de Igualdad prevé sanciones adicionales contra el empresario que quiera vengarse de las empleadas que denuncien.

La discriminación o el acoso se consideran unas infracciones muy graves y pueden castigarse con multas que oscilan entre los 6.251 y los 187.515 euros. Además, se pueden añadir sanciones accesorias, como el que la empresa infractora no reciba ninguna bonificación durante seis meses en concepto de fomento de empleo.

"Cada vez hay menos discriminación en el acceso al empleo y los retos son ahora atajar la discriminación en los salarios y en las condiciones de trabajo y elaborar planes de igualdad", subraya el director territorial de Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social en Aragón, Omán García.

A pesar de que las mujeres están más preparadas, los directivos son en su mayoría hombres e incluso "ellos cobran un 32% más que sus compañeras haciendo el mismo trabajo en Aragón" asegura el responsable de Política de Igualdad de UGT, Fernando Gállego.

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