El Ayuntamiento de Alicante quiere de una vez por todas acabar con los miles de grafitis que asolan las fachadas y paredes de la ciudad, y con el vandalismo que los produce; por ello, crea una brigada especial de limpieza cuya tarea será la de borrar todas las pintadas. También aplicarán sobre los muros unos compuestos que repelen los esprays utilizados por los grafiteros.

Este equipo, «que comenzará a trabajar en julio», según apuntaron ayer fuentes municipales, estará conformado por 12 personas que la Concejalía de Atención Urbana contratará de una bolsa de desempleados a través del programa Emcorp de la Generalitat.

Castillo de San Fernando

A este respecto, la asociación cultural Alicante Vivo denunció ayer el deplorable estado en el que se encuentra el Tossal y el Castillo de San Fernando, cuyas paredes y aledaños están atiborrados de sucios grafitis.

«Lo que un alicantino o turista de a pie se encuentra en pleno siglo XXI al visitarlo es una de las mayores vergüenzas, humillaciones e infamias de la historia de nuestra ciudad», apuntan desde este colectivo.

El Castillo de San Fernando –que data del siglo XIX, en plena Guerra de la Independencia contra los franceses– «yace repleto de basura, escombros, derrumbes estructurales, zonas quemadas por pequeños incendios, grafittis, enormes grietas en el torreón, árboles destrozados, jeringuillas,....», critican desde Alicante Vivo.

Parque infantil dejado

Según señalan fuentes de este colectivo, el parque infantil de tráfico del Tossal está «abandonado, sucio, mugriento y destartalado».

Ante esta situación, lamentan que «se inviertan millones de euros en futuras explanadas, relojes de la Volvo, casinos-burdel y falsos proyectos cuando se derrumba uno de los logros arquitectónicos más importantes de la historia de Alicante».

En una denuncia anterior, Alicante Vivo ya puso de manifiesto su descontento por una capa de pintura desordenada que tenía el monumento al Doctor Rico.

Murales gratis para grafiteros

La Concejalía de Atención Urbana, en colaboración con Inusa, han puesto en marcha este año una nueva edición de Murart, programa por el cual forman a una veintena de jóvenes grafiteros y les facilitan muros y paredes de la ciudad para pintarlas a su antojo.

Ya se han grafiteado más de 4.000 metros cuadrados y su objetivo no es otro que atajar el vandalismo y que estos artistas dispongan de lienzos para expresarse.

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