En su primera entrevista desde diciembre, cuando dio a luz a su hijo Tripp, Bristol, de 18 años, opinó que lo ideal sería que "todos los jóvenes se abstuvieran", pero no lo considera realista "porque el sexo es algo cada vez más aceptado en los institutos".

"De todas formas, espero que historias como la mía contribuyan a cambiar esto. Todo el mundo debería esperar diez años, porque todo es mucho más fácil cuando estás casada, tienes una casa y una carrera", añadió Bristol.

La hija de la gobernadora por Alaska reflexionó sobre lo mucho que ha cambiado su vida en los últimos meses. "Hace un año no habría podido predecir que sería madre, ni que mi madre entraría en la carrera hacia la vicepresidencia", comentó.

El anuncio del embarazo de Bristol, semanas después de confirmarse la candidatura de Palin, supuso el pasado agosto un primer golpe a la imagen pública de la gobernadora. "No me arrepiento de nada. Tener el bebé fue mi decisión, y lo que importaba era lo que pensara yo, no mi madre", aseveró Bristol, que recordó que el momento en el que confesó a sus padres que estaba embarazada fue "más duro que el parto".

"Tuvo que ayudarme mi mejor amiga, y fue ella quien se lo dijo a mis padres", explicó. Bristol, que vive con el padre de Tripp, Levi Johnston, no esquivó otro de los temas que hicieron polémico su embarazo, el del matrimonio.

"Nos gustaría casarnos algún día, pero de momento, nos concentramos en ser buenos padres", dijo la hija de Palin, que asegura ser "muy independiente" de su familia. En cuanto a su futuro profesional, anunció que le gustaría estudiar para convertirse en abogada especializada en la prevención de los embarazos adolescentes. "Ayer se lo dije a mi madre. Me hace mucha ilusión", concluyó.