"El patrón de la mujer flamenca y femenica a la vez no tiene por qué ser obligatorio"

María José demuestra poderío en escena, con desparpajo y frescura en una voz muy personal. Además de su vida artística, es diplomada en Logopedia por la Universidad de Granada.

Universitaria, 23 años y cantaora. ¿Está en sus cabales?

Sí.

¿Representa a la nueva mujer flamenca del siglo XXI?

Quizá pueda representar a la nueva generación del cante; sobretodo, a la femenina que está dando fuerte.

¿No estaría usted mejor en un grupo pop?

No. Seguro. Mi espacio es éste.

¿El mundo flamenco sigue siendo machista?

No. Al menos, a mí no me lo parece. En todo caso hay discriminación geográfica por el lugar de nacimiento. Incluso dentro de Andalucía, el supuesto purismo premia al oriente de la Comunidad frente al este. Los almerienses, granadinos o jienenses tenemos que demostrar más, o parecemos más forasteros.

¿El universo flamenco tiene magnetismo con las nuevas generaciones porque conserva el carácter mágico y esotérico; o el espacio se reduce para los iniciados?

Quien quiera puede entrar en este mundo y llegar a la actividad artística, siempre que tenga facultades y se forme. No hace falta ser de raza gitana, como puede señalar el tópico.

¿Pero dónde queda el duende o el ‘quejío'?

Son cualidades que a algunas personas les surge de manera espontánea, otros tienen que buscarlas en su interior e, incluso, otros aprenden. Innato no creo que sea. Es más importante de quién te rodeas.

¿Quiénes le han enseñado?

Nunca he tenido profesores, ni he dado clases. Soy autodidacta. Pero mis maestros han sido La Niña de los Peines, Chacón, Vallejo, Mairena, como no, Enrique Morente, etcétera. Aprendo al escucharles.

¿Para sobrevivir en este ‘negocio', qué importa más: aguantar los inviernos con pocas representaciones o tener un buen representante?

Difícil respuesta, porque los inviernos son duros. Hay un pequeño circuito y peñas, pero el buen tiempo trae más trabajo.

¿La mujer flamenca es tremendamente femenina?

Qué pregunta. No tiene por qué. Yo creo que soy femenina, pero ese patrón no tiene por qué ser obligatorio. Aquí ocurre lo mismo que en otra profesión, no es requisito indispensable. La mujer o el hombre flamenco no ejercen mejor su actividad artística en base a su sexo. Eso no quiere decir que no reivindiquemos nuestro papel de mujeres.

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