El Hormiguero (Cuatro, 21.30 horas) cumple este jueves, 5 de febrero, su emisión número 300, y lo celebrará con un programa que prometen lleno de sorpresas, que tendrá como invitado especial a Enrique San Francisco.

Pablo Motos, su presentador, nos desvela algunas de las sorpresas que tienen preparadas para esta noche, y nos habla de su experiencia al frente del programa.

300 programas presentado con unas hormigas... ¿cómo lo lleva?

Muy bien. Las hormigas pueden decir siempre lo que yo no puedo, e incluso lo que no me atrevería a decir. Como ellas no tienen guión le aportan mucha frescura al programa. Además, cuando las hormigas se pasan 50 pueblos con un invitado o conmigo no pasa nada, porque es muy difícil enfadarse con un peluche.

¿Cuál es la clave para seguir creciendo en audiencia después de todo este tiempo?

Que lo que hacemos es nuevo y lo hacemos divirtiéndonos. La diferencia la marca el hecho de que se sabe que lo que hacemos es verdad, que puede salir mal o alguien puede salir herido, dos cosas que han pasado, eso le da al programa un extra de realidad.

¿Qué le pareció la parodia que les hizo Buenafuente?

Muy bien, coincidí con él el viernes siguiente y se lo dije. Está bien que unos compañeros y amigos puedan hacerse unas risas con nosotros.

Después de 300 programas, ¿No se hace como ir a la oficina?

Esta noche vamos a quemar un piso de dos plantas con aceite hirviendo, la semana que viene tenemos a Jean Reno, el martes viene un señor que cura el reúma con picaduras de abeja... Cada día tengo cincuenta alicientes.

¿Hasta cuándo se ve en El Hormiguero?

Hasta cinco minutos antes de que me huela que me van a echar (risas). Hubo una época en la que me obsesioné con no estar demasiado tiempo en televisión, y ahora aquí me ves, con un programa y una productora.

¿Tienen ya preparada una nueva etapa para el programa?

En un mes y medio aproximadamente vamos a hacer una cosa con unos tipos australianos muy raros que va a dar mucho que hablar. Llevamos un año detrás de ello, trabajando para que salga.

Renovarse o morir...

Sí, cada dos o tres semanas se nos ocurre algo nuevo que hacer. Dentro de poco haremos un ranking para encontrar los electrodomésticos más antiguos que aún funcionen.

¿Y no bajan la guardia nunca?

Hacer cosas nuevas constantemente da miedo, y quizá eso sea la clave, no perder nunca el miedo a hacer el programa.