Más lejos de la extinción

  • La población de oso pardo en la montaña leonesa y palentina...
  • ...gana hasta 40 ejemplares y muchas crías en los últimos 18 años.
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Un ejemplar de oso pardo.
Un ejemplar de oso pardo.
Un ejemplar de oso pardo.

El oso pardo que habita en la cordillera cantábrica, tanto en su vertiente leonesa como en la montaña palentina, está un paso más lejos de la extinción.

Si en los años 90 se calculó que había entre 70 y 100 ejemplares, actualmente son entre 105 y 130. La mayoría en la zona leonesa, que habrían llegado a duplicarse, mientras que los osos palentinos se mantienen en número.

Si hay motivos para ser optimistas es debido al aumento del número de crías. Hace años a penas había diez osas con sus diez oseznos, y en los dos últimos años son más de 20 las mamás osas y alrededor de 40 los peluches. «La pena es su elevada mortalidad, debido al ataque de otros machos, con lo que no todas las crías salen adelante», aseguró el director general de Medio Natural, José Ángel Arranz.

La zarpa de los furtivos

Desde que se pusiera en marcha el plan de recuperación de la especie, se han constatado 19 fallecimientos, algunos por la mano de los furtivos. Entre 1993 y 2007, la Consejería localizó y retiró 379 lazos de acero sólo en la zona leonesa del Alto Sil. «No obstante, podemos decir que hay una gran conciencia y se respeta al oso. En las muertes por trampas iban destinadas a jabalíes, y por veneno, a lobos», apuntan desde la Consejería.

Si hay un sector que sufre la presencia del oso son los apicultores. Todos los años se acercan a las colmenas para degustar la miel, lo que ocasiona pérdidas que la Junta ha compensado con 576.612 euros en subvenciones, además de comprar pastores eléctricos (espantaosos), que evitan daños mayores.

Hasta el ADN

Desde 1985 se ha recopilado información sobre los osos en 5.318 fichas que constatan avistamientos, coordenadas, huellas, excrementos y daños en árboles que permiten trazar un mapa con sus zonas de estancia y de paso.

Se han instalado 780 trampas de pelo (en la corteza de los árboles) que toma muestras de ADN cuando se desparasitan y han permitido identificar a 42 ejemplares y conocer que, al menos cuatro osos, se han desplazado entre Palencia a León, lo que es bueno para su reproducción.

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