Alan Hooley, diseñador británico de 25 años, ha decidido que la muerte no sea un obstáculo para su amor y celebrará la boda que tenía planeada a pesar de que su prometida murió hace 6 meses, según informa The London Paper.

Su prometida, Charlotte Simpson, de 21 años, falleció en un accidente de coche en octubre, en la época en la que ambos planeaban los detalles de su enlace nupcial.

Lleno de aflicción, Alan decidió seguir adelante con los deseos de su novia a pesar de su muerte, y por ello celebrará la boda ante 250 invitados, vistiendo de blanco y acudiendo al lugar de la ceremonia en el carruaje de caballos que Charlotte había elegido.

De hecho, los restos de la prometida estarán presentes en la ceremonia, ya que el novio llevará colgada del cuello una cadena con un diamante hecho con las cenizas de la difunta Charlotte: una joya valorada en 7.500 euros.