Juzgan a un hombre por presuntos abusos a la hija de cuatro años de su ex mujer

  • La defensa solicita la libre absolución.
  • Se le acusa también de encerrar a oscuras o atarle los pies a la niña.
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Hoy ha quedó visto para sentencia en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real un juicio en el que la Fiscalía solicita
nueve años de prisión para P.C., un hombre de 37 años, por un delito de
abuso sexual continuado de la hija de su ex mujer cuando la menor tenía entre
tres y cuatro años de edad, aunque la defensa solicita la libre absolución al considerar que no hay suficientes pruebas para dictar una sentencia condenatoria.
Aunque al principio la menor me rechazaba, luego las cosas fueron mejorando

El acusado, que convivió con su ex pareja y su hija entre septiembre de 2003 y julio de 2005, aseguró hoy que "nunca jamás" ha introducido un dedo en la vagina y el ano de la niña como la propia menor aseguró a su madre, y señaló que lo único que hizo fue "tratar a la niña como un padre trata a su hija. "Asumí ese papel porque mi pensamiento era que la relación con su madre no fuera efímera y, aunque al principio la menor me rechazaba, luego las cosas fueron mejorando", afirmó.

Asimismo, reconoció que castigaba a la pequeña sentándola y regañándola, aunque negó haberla encerrado a oscuras o haberle atado los pies porque se desarropaba en la cama. Sin embargo, la madre de la menor, que en la actualidad tiene ocho años, señaló que la relación de su ex pareja con la niña era "obsesiva" y declaró que él siempre quería hacerlo todo con la pequeña tanto en su casa como en la de sus abuelos maternos.

Confesión a sus padres

Sin embargo, según el testimonio ofrecido por la madre en el plenario, no sospechó nada hasta que en marzo de 2005 la niña le dijo que el acusado, cuando le cambiaba el pañal, le tocaba sus partes y ella no quería. En términos similares se pronunció el padre de la pequeña, quien ha sido condenado en dos ocasiones por agredir en la vía pública al acusado después de que éste, presuntamente, no le dejara ver a su hija.

Se tiraba los 90 kilómetros del viaje diciendo 'Pablo no, Pablo no' pero yo no podía ni imaginarme lo que sucedía

El padre afirmó que se enteró de lo que P.C. le habría hecho a su hija en septiembre de 2005, después de que su propia hija se lo confesara, por lo que, junto a la madre -con la que volvió a convivir tras la separación del acusado y hasta la actualidad-, decidió poner el asunto en manos de profesionales. "Desde el principio, cuando iba a devolver a mi hija tras haber pasado un fin de semana juntos, se tiraba los 90 kilómetros del viaje diciendo 'Pablo no, Pablo no' pero yo no podía ni imaginarme lo que estaba sucediendo" indicó el padre.

Testimonio de la niña

En la sesión de hoy también testificaron varios peritos que coincidieron en calificar la declaración de la niña como "probablemente creíble" porque a la edad que tenía cuando ocurrieron los hechos aún no tenía la capacidad de fabular ni de inventarse unos hechos tan graves porque, además, ella aún no tenía conciencia de si eso era bueno o malo ni, de lo que es el sexo.

Además, señalaron que el relato que hizo a los forenses fue muy espontáneo y expresivo, por lo que no se apreció que pudiera ser aprendido ni influenciado por terceras personas. Respecto a los daños físicos, el médico forense sí indicó que no es posible que un dedo de adulto penetre en la vagina de una niña de esa edad sin romper el himen, aunque sí puede introducirse en el ano sin que se aprecien daños.

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