Tres meses, treces semanas, 88 días, que quitando los domingos se quedan en 76 días laborables. Tras el periodo navideño, este miércoles comienza un nuevo trimestre laboral que no se verá interrumpido hasta la Semana Santa, que este año cae en la segunda semana de abril, del día 5 al 12.

En 2008, por circunstancias excepcionales del calendario, el primer trimestre laboral del año fue el más corto de la historia, ya que Semana Santa cayó a mediados de marzo y sólo hubo 69 días naturales entre el fin de las Navidades y Semana Santa. Este año se ha vuelto a los parámetros habituales y las vacaciones de Semana Santa regresan a abril.

Para el psicólogo del trabajo Iñaki Piñuel lo decisivo en el actual clima laboral, "degradado por la crisis", no es la cercanía de un puente o de un periodo vacacional, sino que "están apareciendo nuevos estresantes, como la inseguridad laboral, la precariedad, la amenazas de los ERE... todo esto está provocando la aparición en los trabajadores del síndrome del superviviente".

Mejor en marzo

Por su parte, el sector turístico también prefiere que Semana Santa caiga cuanto más tarde mejor.

Peor será en 2011, año en el que la Semana Santa se celebrará aún más tarde, entre el 17 y el 24 de abril. Para que vuelva a caer en marzo, como en 2008, habrá que esperar hasta 2013, del 24 al 31 marzo.

¿Cómo se fija la Semana Santa?

La culpa de que la Semana Santa se celebre cada año en una semana distinta la tienen las fases lunares. En el año 325 d. C, el Concilio de Nicea estipuló que la Pascua de Resurrección se celebraría siempre el primer domingo después de la primera luna llena posterior al equinoccio de primavera. Éste se produce cuando los días son exactamente iguales a las noches, el 21 de marzo. En 2008 fue algo excepcional, ya que hubo luna llena el mismo día 21 y se adelantó la Semana Santa del 16 al 23 de marzo.