"Por lo menos me permite vivir decentemente, no paso hambre. A mis 50 años nadie me va a dar otro trabajo", asegura Francisco, a las puertas de la multinacional sueca Ikea en San Sebastián de los Reyes. Él es uno de los transportistas no oficiales de la empresa de mobiliario, según elmundo.es.

Movidos por la falta de trabajo algunos, y por la picaresca otros, desde hace unas semanas, más de una veintena de hombres se agolpan cada fin de semana a las puertas del comercio. El negocio: trasladar las cajas de los clientes desde el centro comercial hasta sus domicilios por la mitad de precio de la tarifa oficial. Ya son tantos, que las trifulcas entre ellos mientras reparten papelitos con móviles anotados comienzan a ser habituales.

"Socio, ¡vete a otro sitio!", grita un Enrique, transportista, a otro, mientras éste reparte su número junto a la puerta. "¿Por qué no te vas tú?", le increpa el compañero, con acento del Este. "¡Porque yo soy legal! Por eso no me voy", le responde Enrique, quien lo adelanta para lograr un sitio mejor.

120 euros al día

Si Ikea ofrece este servicio por 100 euros, lo normal es que con los transportistas no oficiales se pacte una tarifa de 45 euros por traslado. Durante un fin de semana normal, un transportista hace tres o cuatro viajes al día, por lo que, descontados los gastos de gasolina, ganan unos 120 euros limpios.

Pero esto no es suficiente para muchos. Gustavo, por ejemplo, lleva tres meses sin pagar la cuota de 300 euros por un préstamo que pidió para comprarse una furgoneta de 15.000 euros tras quedarse en paro. Dice que la mayoría de los días gana 30 euros, pero si hay suerte, puede alcanzar los 130. "Intento sobrevivir así mientras busco otro trabajo", dice mientras carga los muebles de una joven pareja.

Algunos de los transportistas han intentado esquivar la competencia en las otras tiendas que la firma tiene en Madrid, pero de allí los han echado porque los aparcamientos son propiedad de la compañía.

La firma sueca, por su parte, asegura que los transportistas pueden colocarse en los aledaños de la tienda "siempre que no interfieran en la actividad de las tiendas y que no entren dentro de las mismas". Además, no aclara si la llegada de estos porteadores no oficiales afectará a sus beneficios, se limita a decir que Ikea presta "un servicios de transporte y montaje a través de empresas subcontratadas y homologadas".