Al menos 27.000 personas tuvieron el pasado año algún problema con alguna tienda de la ciudad, aunque sólo el 15% (3.943 personas) decidieron reclamar de forma oficial.

Tras estudiar los casos, el Ayuntamiento decidió sancionar a 30 establecimientos que habían vulnerado la normativa que protege al consumidor (una de cada 130 reclamaciones).

El que haya tan pocas sanciones se debe, según fuentes municipales, a que muchos consumidores no llegan a presentar la reclamación y que en otras tantas ocasiones la OMIC media para solucionar los conflictos.

Incluso, se dan casos que al entrar en juego la Inspección de Consumo los establecimientos optan por atender la queja del cliente (aunque esto no les exime de una posible sanción).

Se llevan la palma: Las tiendas y los negocios de telefonía móvil son los que más incumplen las normativas de consumo y engañan a los ciudadanos. De hecho, de las 30 sanciones que el Ayuntamiento impuso el pasado año, 17, el 56%, fueron para empresas de este sector, según la sección de Procedimientos del consistorio.

Otros sectores multados: Muy lejos de la telefonía, en la clasificación de sancionados por el consistorio se encuentran las tiendas dedicadas a la venta de colchones (tres multas). Tras ellos, los establecimientos de electrodomésticos, muebles y talleres de reparación (2 multas cada uno).

Las infracciones: Hubo 12 hechos que se sancionaron como graves (entre 4.507 euros y 15.025 1) y los otros 18 como leves (de 150 a 4.507 1).

Los motivos: En diez casos no cumplieron con la normativa que regula cada actividad, en nueve no se respetaron las garantías que tienen los productos y en siete casos se detecto que hubo publicidad engañosa.

Laura Fontenla:

«No es justo que se rían de ti».

Su marido le compró un teléfono móvil, no era de su agrado y decidieron cambiarlo por otro ya que, según el tique de compra, tenían diez días de plazo para hacerlo.

Sin embargo, en la tienda Teabla (Offi Telefonía) se negaron al cambio. «Pedimos una hoja de reclamaciones y se rieron de nosotros, diciendo que no íbamos a conseguir nada». Pero no fue así. Un año después, el Ayuntamiento ha sancionado a la tienda con una multa de 160 euros por incumplir las condiciones de la venta, «por información falsa, según la Ley de Defensa de los Consumidores».

Laura sabe que son pocos los ciudadanos que deciden denunciar ante Consumo: «Pero es que te están engañando. La gente te dice ‘anda que por un móvil todo ese papeleo', pero es que no es justo que se rían de ti, es publicidad engañosa». «

Como saben que no vamos a protestar a veces se aprovechan», añade. Laura está pendiente ahora del último trámite: un juicio con el que confía recuperar el dinero y los gastos.

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