El mal tiempo que nos azota en las últimas semanas en Euskadi no sólo afecta a las carreteras o los viandantes, que deben esquivar los numerosos charcos que inundan las ciudades a causa de las lluvias. La bajada de temperaturas ha provocado que se haya disparado el número de resfriados entre los vascos.

Así, los ambulatorios están recibiendo estos días una gran cantidad de pacientes aquejados de dolores de cabeza, tos y mucosidad en abundancia, e incluso muchos con fiebre.

Con lo que tener una cita al momento con el médico es casi imposible. Los centros no la dan antes de dos o tres días, ni siquiera para pedir la baja, imprescindible para que el trabajador justifique su ausencia en la oficina.

En algunos, de hecho ni siquiera dan cita. «He pedido hora y me han dicho que no hay números», comenta una señora a la puerta del ambulatorio de San Francisco.

Las colas son cada vez mayores, y la espera en la consulta del médico se alarga cada vez más. «Llevamos unos días a tope, con muchos resfriados», señalan en la recepción del ambulatorio de Las Arenas.

Según un informe elaborado por el laboratorio Roche Farma, la media de días que pasamos sin trabajar cada vez que cogemos una gripe es de cinco. Pero, tal y como están estos días los ambulatorios vascos, la convalecencia se alarga, y no sólo por los síntomas.

«Llamé el lunes para que me dieran cita para recoger el alta, porque ya me encontraba bien, y no me la daban hasta el miércoles; con lo que tenía que quedarme en casa sin ir a trabajar durante tres días», explica María Ramírez, una joven getxotarra aquejada de un catarro.CONSULTA AQUÍ MÁS