La ola de frío que desde hace unas semanas azota la ciudad y que ahora comienza a remitir ya se ha cobrado sus primeras víctimas: los niños. Los catrarros y las gripes están pegando con más fuerza este año y en las escuelas infantiles de la ciudad, tanto públicas como privadas, tienen estos días un 30% menos de alumnos. En algunas, las bajas llegan al 50%.

De hecho, contando una media de 70 niños por guardería, pueden llegar a ser unos 600 los niños afectados. Explican los responsables de estos centros educativos que "el final del mes de noviembre fue terrible" y que muchos niños siguen enfermos porque el contagio entre ellos es lo más habitual.

"Sí faltan a clase, sobre todo por fiebre", aseguran en la escuela municipal de Monte Alto. Lo mismo cuentan en Os Rapaciños y Lapiceros, dos de las 30 escuelas consultadas por 20 minutos en las que la gripe y los catarros están afectando más este otoño a los niños de entre 2 y 3 años, cuando lo habitual es que los que enfermen más rápido sean los bebés.

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