A principios de los noventa, Juanma Bajo Ulloa debutaba con Alas de mariposa, una oscura historia de relaciones familiares impregnadas de culpa, resentimiento, rencores y malentendidos. Poco después de le seguía el estreno de La madre muerta, otra historia oscura que se situaba en las antípodas de los temas, modos y modas del cine español. Ahora se reeditan en DVD, remasterizadas y con contenidos extras que incluyen audiocomentarios, documentales y escenas eliminadas.

Han pasado cuatro años desde que estrenara Frágil, y ahora regresa con Distrito 14 , un documental que narra la carrera de un grupo de rock que intenta salir adelante a lo largo de cinco lustros. Además está inmerso en la preparación de Móvil, una comedia de aventuras.

Ahora se editan La madre muerta y Alas de mariposa con contenidos extras. ¿Puedes hablarnos de esos contenidos?

Sí es una gran noticia ya que en su día salieron en VHS y esta es la primera edición en DVD remasterizada. Salen con 3 discos, y se ha realizado cuidando todos los detalles. Incluirá los multipremiados mediometrajes Akixo y El reino de Víctor, las bandas sonoras de Bingen Mendizábal, audiocomentarios, selección de fotografías, y escenas eliminadas, y hasta un documental sobre la creación de Alas de mariposa y otro sobre La Madre Muerta, con grabaciones inéditas y entrevistas realizadas hace apenas unas semanas a los protagonistas y a mi. Como autor no puedo pedir más.

Con la perspectiva que da el tiempo, ¿echas de menos algo en esas películas o hay algo que te gustaría cambiar?

Cuando eres un obsesivo, encuentras problemas en cada escena y nunca terminas de descansar, pero lo cierto es que vistas ahora creo que son lo que deben ser, y no debería tocarse un solo fotograma. No podría volver a hacerlas porque, aunque ahora sea más eficaz tal vez, con el tiempo pierdes tu osadía y frescura. Creo que son dos obras llenas de sinceridad y energía, y es ahora cuando más me sorprendo viéndolas.

Las dos películas son muy oscuras, sin embargo, en las dos hay una puerta abierta a la esperanza, hasta humor. ¿Es la única forma de poder sobrevivir a las historias que cuentas?

Lo curioso es que no pretendí entonces ser tan oscuro ni usar el humor como desahogo. Simplemente eran el producto de mi forma de ser o sentir y de las obsesiones que tenía y que de algún modo aún tengo. Lo oscuro y su opuesto, el humor, me atraen, y me siento cómodo en los extremos.

El tener un estilo tan personal y tan alejado de los temas que toca el cine español normalmente… ¿te ha perjudicado o te ha beneficiado?

No creo que me ayudara a recibir ofertas ni a ser aceptado especialmente, pero tampoco creo que sea negativo. Creo firmemente que todo lo malo trae algo bueno y viceversa, y yo busqué mi camino sabiendo que no iba a ser fácil, por eso no me quejo, aunque obviamente tengo mi derecho a mostrarme no conforme.

¿Con qué cineastas te identificas?

Crecí en Vitoria, viendo cine comercial de Spielberg, Ridley Scott, Lynch o Kubrick, y sin poder conocer los llamados clásicos. No había un cine club o algo parecido, y supongo que tampoco me hubiese interesado especialmente. Me gustaban la música, el cómic, la televisión y el cine de entretenimiento, y creo que soy un claro producto de esta amalgama de disciplinas.

Acabas de grabar tu primer documental, ¿te ha costado acercarte a este género?

Es un género que me interesa como espectador y que admiro mucho, y no tenía idea de cómo hacerlo ni de si sería capaz. Pero pensé que tampoco tenía idea de cómo rodar un largo y pude hacerlo con gran esfuerzo y confianza en mi instinto. Son géneros en cierto punto opuestos. La ficción requiere de una gran cantidad de artificios, y el documental los reduce al máximo y se trata precisamente de estar allí cuando ocurra la verdad, no de provocarla. Esa tensión creativa sincera me atrae porque es fugaz y única.

¿Rodarías otro?

Claro. Mañana mismo.

¿Por qué sobre Distrito 14? ¿Puedes hablarnos del grupo?

Precisamente porque no los conocía y casi nadie los conoce. Eran el perfecto ejemplo de grupo que, tras años y años (veinticinco) de extraordinaria carrera, se retiran sin poder conseguir el éxito popular. Han creado grandes temas que han pasado desapercibidos para el gran público, temas que se iban a perder de algún modo absurdo e injusto, mientras las radiofórmulas escupen olvidable basura sin control. Es un homenaje, es una reflexión sobre la errónea definición de “éxito”.

¿Cuáles son los principales problemas que has encontrado?

Sólo uno, el de siempre, no había dinero.

Estás presentando el documental en varios festivales, ¿ qué acogida está recibiendo?

Acabamos de volver del festival de Gijón donde ahora leemos los comentarios, y participamos en estos momentos en el de Bilbao. Ahora nos vamos al Festival de La Habana. Mariano Casanova el fundador del grupo sonríe como un niño pequeño ante las emocionantes reacciones, y dice convencido que da igual dónde vayamos, que va a gustar a todo el mundo. Y yo empiezo a pensar que tal vez tiene razón.

¿Cómo ves el panorama del cine actual en España?

No soy muy optimista respecto al presente y futuro inmediatos. Hoy día rodar está al alcance de “cualquiera” y eso es un arma de doble filo. Actualmente el cine esta, principalmente, en manos de tres tipos de nuevos cineastas: pijos, friquis y oportunistas o caraduras, cuya principal aspiración es el éxito o la popularidad a cualquier precio, y al margen del propio cine. Muchos productores sin escrúpulos buscan a estos personajes porque les permiten conseguir ayudas fáciles y son manejables. El resultado está ahí, en las pantallas… Lo triste es que, a causa de esta situación amoral e institucionalmente aceptada de pan para hoy y hambre para mañana, un puñado de grandes artistas, actores y técnicos pierdan así la oportunidad de mostrar su verdadero talento.

¿Puedes contarnos algo de Móvil?

En realidad no mucho. He escrito un guión de una loca comedia para una productora internacional, y aguardamos ahora a que la crisis permita comenzar con la producción. El resto es una incógnita para todos.