Sucedió con la humanización de O Calvario y con la peatonalización de la praza da Independencia. Cuando algo se cambia en el área de Vigo suelen aparecer opositores, al mismo tiempo que apoyos a las reformas. Y es que nunca llueve a gusto de todos.

Hoy Vigo fue escenario del último enfrentamiento de posturas. En este caso el punto en común era la reforma de la PO-325 (Vigo-A Ramallosa), proyecto también denominado Plan Vigo Íntegra.

A las 11.00 horas, desde Samil partió la manifestación en bicicleta convocada por la agrupación A Golpe de Pedal. En ella, un grupo de ciclistas recorrió la carretera hasta A Ramallosa con el fin de apoyar el Plan Vigo Íntegra pues, en su opinión, actualmente esta carretera de la costa es un «vial degradado para el uso y disfrute ciudadano, que da utilidad exclusivamente al tráfico motorizado, al uso industrial y residencial y carece no sólo de arcenes, sino de aceras». Por esta situación los ciclistas mostraron su apoyo al proyecto de humanización de la PO-325 que, señalan, permitirá a los ciudadanos «disfrutar de una vía peatonal y ciclista».

Una hora más tarde, desde la praza de España, la Plataforma de Afectados por el Plan Vigo Íntegra dio a conocer los motivos por los que se opone a esta reforma.

Bajo el lema Diez razones para decir no los manifestantes pidieron un modelo menos agresivo ya que ninguna de las carreteras que se plantean, dicen, apuesta por el transporte público y todas suponen un fuerte impacto físico y social. Los afectados aseguran también que la peligrosidad de esta carretera hace inviable la construcción de un carril bici que, señalan, «se cobrará muchas vidas».

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