Cuando Ángel Izquierdo, de 50 años, partió hace tres días en busca de setas nada le hacía augurar que se acabaría topando con una de doce kilos y medio plantada en el interior de un chopo. "Llevo muchísimo tiempo saliendo a recoger y nunca me había encontrado con un ejemplar como éste. Así, tan hermoso. Fíjate que brotes, ¡pero si parece una rosa gigante!", exclama, algo emocionado.

Este hongo luce orgulloso, a modo de trofeo, en la barra del Kiosko Bar Mari que Ángel regenta desde hace años en San Sebastián de los Reyes. Ángel se encontró con él una mañana en la que partió "a la caza" de níscalos. "Pero no voy a decirte dónde la vi. ¡Ni a ti ni a nadie! Es un secreto. No llegué a cortar el tallo para que vuelva a crecer y así encontrarla igual de grande el año que viene", afirma.

No dirá dónde la ha encontrado

El celo con el que este descubridor de setas guarda el mapa de su tesoro es casi tan grande como su fe inquebrantable en volvérsela a encontrar igual de lustrosa el próximo otoño. "Creedme, el sitio donde estaba era el cobijo ideal: dentro de un chopo, con humedad, bien protegida...", explica, mientras rocía su querida seta de con algún tipo de líquido que, asegura, le ayudará a no perder todo su color original. "Es una lástima, porque cuando la hallé estaba mucho más marrón. Ahora sin embargo...", dice.

El súper-hongo ha levantado un gran revuelo en su bar, no hay comensal que desaproveche la oportunidad de hacerse una foto con él. Ángel, incluso, quiere presentarla al Guinness, "pero me han dado un teléfono inglés y cada vez que llamo no me entero de ná, y me acaban colgando, ¿usted no tendrá algún teléfono de ellos en España verdad?", pregunta Ángel a este periodista.

El viernes, banquete de seta

Pero no hay que dejarse engañar, a pesar de la emoción y el orgullo que embargan a nuestro descubridor cada vez que habla de su tesoro, éste no durara mucho tiempo entre nosotros, al menos en su forma original. "Este mismo viernes lo trocearé y lo meteré en la plancha para repartirlo entre todos los clientes del bar", confiesa, "Estas setas de chopo están muy ricas. Aunque no creo que se acabe toda el mismo día, un hongo tan grande da para mucho más".