Los adolescentes valencianos consideran poco probable ser pillados infringiendo las normas de tráfico. Quizá sea este uno de los motivos por los que las cometan.

Así lo refleja un estudio realizado entre 1.173 estudiantes de cuarto de ESO y segundo de bachillerato por investigadores de la Universitat de València.

Según la encuesta, el 31% de los adolescentes reconoce que ha conducido sin el carné obligatorio. Además, un 20% dice que también han cometido infracciones como excesos de velocidad, saltarse semáforos o stops y conducir sin casco.

Pese a estos datos, las consecuencias de ser denunciados por la policía es notablemente reducida. Así, apenas un 12% (37 de 305) ha sido detenido por conducir sin casco.

El problema es más notable considerando que las conductas de mayor riesgo de accidente tienen valores aún menores puesto que sólo el 5,9% ha sido sorprendido excediendo los límites de velocidad, el 6,2% ha sido cazado saltándose un stop y el 7,6% un semáforo en rojo.

En este sentido, Francisco Montes, uno de los autores del estudio, ha explicado que la encuesta muestra que "las mujeres son más prudentes y cometen menos ilegalidades que los hombres".

En cuanto a la normativa vigente, en términos generales los jóvenes la conocen bien, aunque se observan algunas lagunas. Por ejemplo, el 22% no tiene claro las consecuencias penales por exceder los límites de velocidad y el 45% tampoco sabe lo que les puede pasar si superan los límites en un control de alcoholemia.

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