La central de cogeneración de gas natural tiene 77 megavatios de potencia y abastece de calor a Michelín y al tiempo produce electricidad para la red general.

Su actividad emite cada año cientos de toneladas de óxidos de nitrógeno (NOx) a la atmósfera dado que carece de sistemas de depuración de estos gases, según los ecologistas.

Sin embargo, la Comisión ha dado la autorización ambiental, que ahora debe ratificar la Consejería de Medio Ambiente, sin obligar a la empresa a poner unos filtros que reducirían las emisiones.

De este modo, los límites de emisión que se permitirán a la empresa son 20 veces superiores a los fijados por las Mejores Técnicas Disponibles que exige la Unión Europea.

"De esta manera se sacrifica el derecho constitucional a la salud al interés económico de una gran empresa privada como Iberdrola, con capacidad económica sobrada para hacerse cargo del coste de la instalación", argumenta Ecologistas.

La argumentación de la empresa, asumida por la Comisión, es que reformar la instalación tiene un coste que ronda el 50% del valor de la planta actual "haciéndola inviable económicamente".

Entre 2003 y 2007, las dos estaciones de esta central térmica han rebasado casi siempre el valor de protección de la salud humana establecido para el ozono, afectando a los barrios de la zona norte.

Ecologistas recuerda que, según la Comisión Europea, la contaminación por ozono causa en España 2.000 fallecimientos prematuros al año.

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