Mirentxu, Julito y Liz vivirán en un Gran Hermano paralelo. En la casa 1 se librarán de las nominaciones a cambio de vivir con lo básico.
"Yo no he venido a ganar el premio. Tiempo atrás ya pasé calamidades y no tengo necesidad de vivir así", explica la concursante de setenta años.
Después de haber visto de refilón las comodidades de la casa luxury, Mirentxu sólo puede derramar lágrimas de cocodrilo. Ahora que no pueden nominar, la concursante vasca ve un poco incierta su permanencia en el programa.
No sabe si quiere estar tanto tiempo en el concurso. Además, el dinero no lo necesita y prefiere que sean los jóvenes quienes ganen el concurso.
Tras la gala del martes han surgido muchas dudas. La nueva situación ha relajado la tensión entre Iván y el resto de la casa.
Las dudas de Gema y la prueba semanal
El modelo parece haber encontrado un punto de apoyo en Estefanía, la concursante recién llegada a GH.
Gema, en cambio, no parece compartir su opinión. Se siente incómoda porque Estefanía pueda conocer su secreto...
"La primera impresión ha sido buena, pero no me hace mucha gracia que sepa nuestra secreto", dice en el confesionario la desempleada.
La prueba semanal traerá cola. Si quieren comer no podrán poner ni un pie en el suelo. Para ello, disponen de patines, segways y zancos con los que deberán desplazarse por la casa.
En la casa 1, la prueba es la misma, pero en plan rudimentario: zancos de lata y unos troncos instalados en el pasillo.
Cada día, y por turnos de dos horas, recorrerán permanentemente un circuito por la casa, cuyo trazado está ya marcado.
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