Según el actual equipo directivo, el parque temático necesitará tres años para salir de los números rojos a los que le llevó sus predecesores, con una gestión más propia del mercado estadounidense que del español.

Objetivo: 1,5 millones de visitas

El actual presidente del parque temático madrileño, Jesús Sainz, indicó que, para alcanzar beneficios, Warner necesita recibir anualmente 1,5 millones de visitantes, cifra a la que no se llegará antes de 2007, tras la caída de la afluencia registrada en las dos últimas temporadas.

En contra de la estimación del anterior equipo, según el cual, Warner podría recibir hasta 2,5 millones de visitantes al año, Sainz situó en 2 millones el volumen máximo de usuarios al que puede aspirar un parque temático de esas características.

A pesar de que el número de visitantes "quizá no llegue esta temporada a la anunciada cifra de 1,2 millones", Sainz se mostró optimista, debido al incremento del 20 por ciento del consumo interno, lo que permitirá cerrar el presente ejercicio con un beneficio bruto de explotación (EBITDA) positivo, en torno a 7 millones de euros, frente a los 4 millones negativos de 2004.

Los ingresos procedentes del consumo interno representan un 45% del total, de los cuales un 25% corresponde a la restauración, mientras que el 55% proviene de la venta de entradas, con tarifas, sin modificar desde la apertura del parque en 2002 y más bajas en comparación con el resto de los parques europeos de este segmento, que oscilan entre 32 euros para adultos y 16 para discapacitados.

Apertura de hoteles, spa y un campo de golf

Cuando Warner consiga sanear sus cuentas de resultados, prevé iniciar, en 2007, el proceso de ampliación de su propuesta de ocio a un segundo parque, relacionado con el agua, un campo de golf y varios hoteles, junto a las actuales instalaciones, que ocupan 50 hectáreas de un total de 250 de las que dispone la compañía en la localidad madrileña de San Martín de la Vega.

La expansión, que incluiría centros de salud y spa (salud por agua), podría convertir a Warner en un destino en sí, con lo que atraería a turistas extranjeros, que en la actualidad representan tan sólo un 4% del total, además de permitir mantenerlo abierto durante todo el año.