Desde que estalló la crisis económica los diversos gobiernos e instituciones económicas se han lanzado a una carrera imparable de inyecciones económicas, ampliaciones de garantías para ahorradores e instituciones bancarias, fondos, avales y otras maniobras que tienen como finalidad reestablecer la confianza perdida en el sector. En palabras de Angela Merkel, canciller alemana, un "nuevo orden" financiero mundial.

Este lunes se ha conocido la cuantía de las últimas intervenciones de varios países europeos: Francia destinará 360.000 millones de euros a avalar a la banca, Alemania 500.000 millones, Austria 100.000 millones, hace unos días el Reino Unido había anunciado un plan de rescate de 62.000 millones de euros además de comunicarse este lunes que prestará 128 millones de euros a Landsbanki... Estas medidas se sumarían a las inyecciones de capital que llevó a cabo el Banco Central Europeo, primero de 30.000 millones de euros y, después, de 28.000 millones más.

Intervenciones estatales multimillonarias

En España, el Gobierno de Zapatero aprobó recientemente un plan de rescate basado en la creación de un fondo a cargo del Tesoro con 30.000 millones de euros, ampliables a 50.000 en caso necesario y, este mismo lunes, ha anunciado que el Gobierno avalará con 100.000 millones a los bancos (cantidad no incluida en el cómputo por no suponer un desembolso sino un aval). Además, también se amplió el fondo de garantías para los ahorradores, de 20.000 euros hasta los 100.000 por persona y entidad (este dinero saldría, en caso de quiebra de un banco, de un fondo interbancario gestionado por el Estado, pero no del Estado directamente).

En total, los países de la Unión Europea han aportado ya más dinero que Estados Unidos, cuyo plan de rescate pone a disposición del Tesoro 700.000 millones de dólares (unos 513.000 millones de euros), habría que sumar los 60.000 millones que costó salvar AIG y los 140.000 que tuvo que desembolsar para evitar la quiebra de Fannie Mae y Freddie Mac (un total de 147.000 millones de euros entre ambas operaciones).

Fuera de EE UU y Europa, en Japón se inyectaron 1,2 billones de yenes (unos 7.780 millones de euros) y este lunes se ha comunicado una intervención de 10.700 millones dólares para evitar una catástrofe bancaria en Latinoamérica.

Casi dos billones de euros computando sólo algunas iniciativas

El montante económico de todas estas intervenciones da idea de la gravedad de la crisis. En total, sumando todas estas inyecciones y ayudas se llega a la cifra de un billón setecientos cuarenta y seis mil euros (1.746.000 millones de euros) sólo computando algunas de las iniciativas y dejando fuera los fondos de garantía (que no salen de los Estados, sino de los bancos).

En todo este coste habría que incluir las pérdidas acumuladas de las Bolsas de todo el mundo. Por poner dos ejemplos, el Ibex-35 perdió un 21% de su valor sólo durante la pasada semana, bajando a niveles de 2005, o Tokio, que con caídas de casi el 10% ha vuelto a niveles de 2003. Otros índices, como el de Sao Paulo, se vio obligado a suspender su cotización durante la semana pasada para evitar el hundimiento de sus activos y Wall Street ha visto cómo sus cifras sufrían una regresión hasta colocarse en los números que reflejó tras los atentados del 11 de septiembre. Con todo, el valor de lo perdido por las empresas en las Bolsas de todo el mundo es incalculable.