Condenan a Sanidad a pagar 12.000 € a una mujer por tardar un año en diagnosticarle

  • Sufrió una calcificación en el hombro derecho por el "deficiente funcionamiento" de la sanidad pública.
  • La mujer tuvo que recurrir a la sanidad privada.
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La Conselleria de Sanidad deberá indemnizar con 12.000 euros a una mujer con una calcificación en el hombro derecho por el "deficiente funcionamiento" del servicio público, ya que transcurrió cerca de un año hasta que tuvo un diagnóstico real del problema.

El Consell Jurídic Consultiu estima parcialmente la reclamación presentada por esta mujer, que

el 18 de marzo de 2002 pidió la baja médica por "hombro doloroso" a su médico de cabecera, que le prescribió infiltraciones locales y antiinflamatorios, aunque no experimentó una mejoría.

El médico de cabecera le dio el alta médica el 5 de julio de 2002, sin que en los cuatro meses transcurridos desde la baja se le practicase a la paciente alguna prueba diagnóstica y aunque el dolor persistía, por lo que la remitió al especialista.
El traumatólogo tampoco le realizó prueba diagnóstica alguna, al considerar que no había patología, y sugirió que la causa del dolor podía ser el estrés, aunque la dolencia del hombro se agudizó y
tuvo que renunciar a reincorporarse al puesto de trabajo que ocupaba.

Finalmente, optó por recurrir a la medicina privada, donde tras realizarle unas pruebas radiológicas le diagnosticaron una "tendinitis calcificada en el hombro derecho" y se le recomendó tratamiento "mediante cirugía artroscópica para tenolisis y acromioplastia".

Con la radiografía que le realizaron en el centro privado acudió de nuevo al hospital público, donde el 27 de noviembre de 2002 le practicaron una resonancia magnética, que
verificó la existencia de dos calcificaciones, y el traumatólogo la citó de nuevo para el 18 de diciembre y le prescribió un tratamiento rehabilitador.

Sin embargo, en el propio Centro de Especialidades de la Seguridad Social le indicaron que la rehabilitación puede ser contraproducente debido a la existencia de inflamación.
Ante esta "disparidad de opiniones" la mujer decidió entonces volver a recurrir a la sanidad privada, donde mejoró su estado al ser sometida a tres infiltraciones y le dieron el alta el 12 de febrero de 2003, aunque en un control radiológico realizado cuatro meses después se confirmó que persistía la calcificación y la única solución era el tratamiento quirúrgico.

"Auténtico calvario"

Según la representante legal de la reclamante, la afectada ha vivido un "auténtico calvario" y considera que los "malos e incorrectos tratamientos que se efectuaron inicialmente, así como la omisión de toda prueba diagnóstica y el alta médica cursada indebidamente, se han traducido en un agravamiento de la patología".

Añade que fueron necesarios casi ocho meses para "poder empezar a tener un diagnóstico real de los problemas que presentaba y más de un año desde las primeras quejas de dolor", y destaca que solo se descubrió su enfermedad cuando acudió a un médico privado.

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