El consejero de Sanidad, Francisco Javier Álvarez Guisasola, anunció la pasada semana que este mismo mes o a principios de noviembre se trasladarán las consultas externas del Río Hortega al nuevo hospital.

Esa inauguración implica modificaciones más sustanciales. A 87.338 ciudadanos les cambiarán de área de salud, o lo que es lo mismo, al que le corresponde la Residencia pasa al Clínico y a la inversa. A día de hoy, aún no se ha informado a nadie.

Sanidad asegura que tiene todo previsto y que una vez concluyan los trámites administrativos se avisará a los afectados. El problema es que, según Comisiones Obreras, aún no se ha definido exactamente la modificación de las áreas y aunque la Junta ya ha presentado su propuesta concreta, no se han respondido las alegaciones de los colectivos afectados. «Las presentamos en junio, pero no sabemos nada. Suponemos que en el próximo Consejo Regional de Salud (aún no tiene fecha) se decidirá», explica desde el sindicato Nicolás Díez.

Nuevo hospital

Además, hay otros 200.000 vallisoletanos que tienen tarjeta médica en el Río Hortega que están pendientes de cuándo se abre el nuevo hospital. De hecho, algunos ya tienen cita para consultas externas para noviembre en el nuevo centro y otros en el viejo. Si se llama a la Residencia, la respuesta no aclara nada: «Pues no sé que decirle. Si es que no tenemos ni idea. Nadie nos explica nada».

Nueva distribucción de los centros hospitalarios

La apertura del nuevo Río Hortega afectará a las zonas de influencia de los dos hospitales. El principal cambio beneficiará a los vecinos de Delicias, que en la actualidad dependen del Clínico y pasarán al Río Hortega. Otros afectados serán los que viven en La Victoria y Cigales, que actualmente son atendidos en la Residencia y pasarán a estar vinculados al Clínico.

El cambio va a afectar al 16,7% de los ciudadanos y los criterios que se han utilizado para delimitar las zonas son la proximidad geográfica, el afectar al menor número posible de ciudadanos y la proyección de crecimiento de población.

También se pretende equilibrar la tasa de camas por ciudadano. La actual del Río Hortega es de dos camas por cada 1.000 personas y pasará a 2,5 camas. En el Clínico ahora tocan a 3,4 camas por habitante y con el cambio pasará a 3,2 camas.

Todos estos cambios son ahora mismo sólo una propuesta de la Junta de Castilla y León pendiente de su aprobación definitiva. CC OO critica que la Junta aún no ha contestado a sus reclamaciones.

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