40 niños en un colegio que tiene capacidad para 450 alumnos

  • Es el Sotoverde, en Arroyo, localidad con otro centro saturado.
  • Los padres no quieren tener que atravesar la autovía.
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Los niños escuchan música durante la inauguración del centro.
Los niños escuchan música durante la inauguración del centro.
LETICIA PÉREZ/ICAL
Los niños escuchan música durante la inauguración del centro.

Comedor nuevo para 200 comensales, pasillos llenos de colores, sillas vacías y clases a las que no les falta de nada en equipación, salvo niños. Así es el colegio Sotoverde, el nuevo centro construido por la Junta en Arroyo de la Encomienda y que, a pesar de tener capacidad para formar a 450 estudiantes sólo tiene a 40 matriculados.

La paradoja es mayor si se tiene en cuenta que el otro colegio de la localidad, el Margarita Salas, está totalmente saturado y se ve obligado a dar de comer a los estudiantes que van al comedor en dos turnos.

El problema es que el Sotoverde se encuentra al otro lado de la autovía (la A-62) y los padres tienen que utilizar transporte para llevar a sus hijos a clase. Además, las viviendas que se encuentran a este lado de la carretera están, en su mayoría, en construcción.

«El colegio ha tenido ciertas dificultades para reclutar a niños, pero según se conozca, no va a haber problemas aunque haya que atravesar unas pasarelas muy modernas para llegar a él». Así lo reconoció el consejero de Educación, Juan José Mateos, que ayer acudió a inaugurar esta nueva instalación en la que se han invertido 4 millones de euros, informó Europa Press.

Por su parte, el PSOE criticó la «falta de competencia» de la Junta ya que ayer había «más políticos en las aulas que alumnos». «No se ha sabido demostrar la conveniencia de este centro a los padres», finalizó el socialista Ismael Bosch.

Protestas de los padres

Esta situación ya provocó numerosas protestas el curso pasado entre los padres que llevan a sus hijos al Margarita Salas. Pedían que no se masificara el centro ante la petición de matricular a 80 niños de Infantil cuando sólo había 50 plazas.

Los progenitores llegaron a retrasar, incluso, la entrada de los menores a las aulas aunque no les sirvió de nada porque Educación puso otro aula más para acoger la demanda. La asociación de padres vio absurda esta medida al haber otro colegio, el Sotoverde.

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