Tras dos meses de larga espera la FIFA finalmente resolvió que Boca Juniors tiene la razón en el litigio que mantiene con el Recreativo de Huelva por el fichaje de Sebastián Nayar , aunque la decisión se ha recurrido y no es definitiva. El máximo organismo del fútbol entiende que el jugador argentino firmó la renovación de su contrato con su club de origen antes de vincularse días después al Decano, concretamente el 23 de junio de este año, y no le ha concedido el tránsfer provisional para jugar en España.

Ante esta decisión, el jugador no se rinde y ha emprendido medidas legales contra el club xeneize por falsedad de documentos, ya que asegura que esa firma no es la suya y que fue falsificada. Esta semana se desplazará a Zurich con sus abogados para probar sus afirmaciones y va a pedir que un perito caligráfico compruebe si el rubricó o no ese contrato. En el que sí lo hizo, y ante notario,  fue en Huelva el 28 de junio por cuatro temporadas.

Nada más conocer la noticia, el mediocentro argentino declaraba enfadado que «se me acabaron los calificativos. Es algo muy feo y muy duro para un futbolista, ya que no me dejan hacer lo que más me gusta. Me sorprende que la FIFA haya tomado esta decisión y le dé la razón a Boca. Esa no es mi firma y un perito lo va a demostrar, estoy tranquilo. En Argentina está claro que vale todo y la FIFA está primando y beneficiando la corrupción antes que la legalidad. Iremos hasta el final al TAS para que resuelva».

Nayar además cargó contra el presidente de la Federación Argentina y vicepresidente FIFA, Julio Grondona, del que dijo que «está perjudicando a un compatriota, a un argentino igual que él y no me está dejando ejercer mi profesión. Esto se debía haber acabado hace ya mucho tiempo».

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