Según la parte demandante, la perjudicada, tras consumir el 8 de mayo de 2007 en dicho restaurante ensalada, lubina, un trozo de tarta de queso y una infusión de manzanilla, debió acudir a los servicios de urgencia del Hospital General de Castellón con deposiciones diarreicas, nauseas, escalofríos, fiebre y dolor abdominal, donde fue atendida y, posteriormente, remitida a su domicilio, aunque en la madrugada del día siguiente fue ingresada hasta el 16 de mayo.

El 8 de junio de 2007 se le entregaron los resultados de un control de heces en el que apareció que la mujer daba positivo a la salmonela, siendo esta bacteria la que había ocasionado las molestias. Así, la sentencia indica que quedó probado que la intoxicación tuvo su origen el establecimiento, así como que de las inspecciones llevadas a cabo en los distintos establecimientos, tanto en el que se elabora la tarta como en el que se consumió, se apreciaron anomalías higiénicas que demuestran la posible existencia del brote de la infección.

Más clientes intoxicados

Además, la prueba practicada acreditó que hubo clientes intoxicados en diferentes fechas y que en las inspecciones realizadas se apreciaron anomalías higiénicas como que ciertos productos listos para el consumo se guardaban junto con productos semielaborados o que la empresa carecía de un sistema de autocontrol de riesgo.

También se refleja que los propios responsables del restaurante, en las dos últimas semanas, habían apreciado anomalías en las tartas de queso, devolviéndolas al obrador. Desde la Unión de Consumidores de Castellón se han iniciado otras demandas por intoxicación alimentaria, y se recuerda la necesidad de reforzar los controles e inspecciones que se realizan en los establecimientos hosteleros y de alimentación.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE CASTELLÓN