El día de la inauguración de los Juegos, nadie quiere hablar de Tiananmen

Pekín abre hoy, el 8 del 8 del 2008 a las 8 (14h hora española) los Juegos más polémicos de los últimos años. Todo el mundo mira a China tras las protestas por la represión ejercida en el Tíbet y por sus altos niveles de contaminación, pero el pasado de este país también es polémico.

En la víspera de la la inauguración de los Juegos Olímpicos, jornada festiva porque se celebra el día de los enamorados, 20minutos.es estuvo en la plaza de Tiananmen, junto al acceso a la Ciudad Prohibida y el gran retrato de Mao Tse-Tung.

Este es el escenario de una tragedia, sepultada por las autoridades del Partido Comunista Chino, hace casi 20 años, en la primavera de 1989. Aquellos hechos se han bautizado como la Masacre de Tiananmen. Otros le han llamado Matanza, Revuelta o los incidentes del 4 de junio. Murieron entre 400 y 800 personas y hasta 2.600, según las cifras de la Cruz Roja China. Murieron estudiantes, intelectuales y trabajadores que buscaban la libertad. Los tanques y la infantería del ejército aplastaron las protestas.

La población china se muestra reticente a hablar de los ocurrido, nadie quiere identificarse, seguramente por temor. Pero sí dejan su testimonio:

  • Militar delante de la Ciudad Prohibida. "No puedo hablar. No."
  • Estudiante. "No sé lo que pasó".
  • Trabajador de Pekín. "Sí, sí lo que pasó". ¿Hubo una matanza aquí hace 20 años?, preguntamos. "Bueno, tal, sí. A lo mejor sí". Insistimos. Y contestó, esta vez, con certeza: "Sí, seguro. No podemos hablar mucho de eso, aquí de eso nada". ¿Y del Tibet? "Tal vez si hablo mal de eso, me podría pasar algo malo. El Dalai Lama es un hombre de paz, pero está loco".
  • Dos chicas jóvenes. "No, no lo recuerdo, afirma una. Y la otra le dice algo en chino. ¿Seguro?, apelamos. Y la primera nos dice: "Es un secreto para todos los chinos". Dicho esto se fueron rápido. "Forbidden", escuchamos. O sea prohibido.
  • Señor de mediana edad. "No. Aquí no pasó nada". Reía. Se intuía risa nerviosa. De miedo. Lo dejamos un momento. Y le volvimos a interrogar. "Sí, sé lo que pasó". Se puso serio y se marchó.
  • Señor mayor. "Sé lo que pasó. Pasó algo con los estudiantes. Daño", afirmó telegráfico. ¿Nos puedes contar algo más? "Actualmente, y han pasado muchos años, no está claro en China lo que pasó aquí. Es muy difícil encontrar información sobre eso".
  • Adolescente. ¿Te podemos hacer una pregunta? "Sí, claro". ¿Qué pasó aquí hace 20 años? "No. No lo sé". Y marchó rauda y veloz, muy seria.
  • Estudiante. "He escuchado algo, aunque no sé que pasó aquí realmente".

La policía china, en un coche con las sierenas puestas, hace su aparición en la plaza. Sólo unas palabras por un altavoz, ¿quizá una advertencia?

Llegó la llama

La llama olímpica, a falta de unas horas para la inauguración, ya está en el estadio olímpico. El pebetero del estadio olímpico, conocido como El Nido, será su último destino, después de recorrer el mundo.

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