Ha precisado que el trabajo se dará a conocer el próximo lunes, en una reunión que se celebrará en Sena de Luna, localidad leonesa ubicada al pie de la Cordillera Cantábrica, al noroeste del embalse de los Barrios de Luna.
El estudio se ha desarrollado con el apoyo de otras dos entidades que trabajan en el ámbito conservacionista: la Fundación de la Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y la Fundació Territori i Paisatge de la Obra Social de Caixa Catalunya.
Desde la primera mitad del siglo XX las poblaciones del oso pardo de la Cordillera están divididas en dos zonas, prácticamente incomunicadas: la Oriental, núcleo donde hay unos treinta animales de la especie, y la Occidental, con otros 130.
La incomunicación de ambos núcleos es un problema que dificulta la pervivencia de la especie y de conseguir la unión se solucionaría el problema genético que existe en la actualidad.
El estudio, según el titular de la Fundación Oso Pardo, se ha realizado tras profundos análisis sobre el terreno, y delimita los pasillos que son vitales para facilitar el tránsito de los osos.
El informe detecta también las barreras o lugares donde los osos tienen dificultad de atravesar, presentando soluciones para facilitarles el tránsito.
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