"El mercado está desorbitado", dice Joaquín Caparrós. Una verdad absoluta que, para un equipo como el Athletic Club de Bilbao, es contraproducente. Sus opciones para fichar son muchos más reducidas que en otros equipos de Primera División.

Y no por cuestiones económica, al menos fundamentalmente, sino una cuestión fundacional: en la entidad vizcaína sólo juegan futbolistas vascos o criados futbolísticamente en la cantera vasca, preferentemente en la del Athletic Club. Esta exclusividad encarece aún más las operaciones. Joseba Llorente, ariete del Valladolid, se convirtió en algo casi imposible para el equipo de San Mamés; y acabó fichando por el Villarreal.

Joaquín Caparrós, entrenador del Athletic Club, garantizó hoy que la plantilla rojiblanca "ya está hecha casi al 99,9 por ciento". Confiando en el bloque del año pasado, dos han sido los fichajes bilbaínos: el delantero Gaizka Toquero (23 años, Sestao River) y el medio Joseba Del Olmo (27, SD Eibar). Nuevos tiempos a la hora de fichar. El rendimiento de Koikili ha sido la confirmación de esta línea de trabajo, la de "chicos que están pidiendo una oportunidad en la alta competición", como indica Caparrós.

"El Athletic no tiene muchos futbolistas como él", de desborde y que busca el uno contra uno con el rival", explicaba ayer Caparrós sobre Del Olmo. Sobre Toquero también se ha mostrado convencido de que "va a ayudar mucho" a su equipo.

Este lunes se desvinculó de la entidad David Cuéllar, que alcanzó un acuerdo con el Athletic Club para rescindir el contrato que unía a ambas partes hasta el final de la próxima temporada 2008-2009.

Cuéllar, formado en la cantera de Lezama, regresó al Athletic al inicio del curso que está a punto de finalizar de manera oficial, procedente del Nástic de Tarragona. En ese segundo paso por el primer equipo rojiblanco, el polivalente jugador navarro apenas si ha jugado 7 partidos, todos ellos de Liga y solo uno desde el inicio del encuentro.