Vender casas no es fácil, y en tiempos de crisis, menos. Sin embargo, Alicia González ha entrado por la puerta grande en el salón de la fama de su empresa, Remax, al facturar más de un millón de euros, «es como el Pulitzer para un periodista o el Oscar para un actor", explica.

Vendió más de 170 casas en los últimos tres años, cuando se le pregunta cómo se consigue, la respuesta sorprende: «Durmiendo 8 horas y el resto del día para trabajar. Mis clientes son lo primero, después la familia, y eso lo sabe mi marido y me apoya. Y sí, voy a las obras en tacones», dice con simpatía, una de las claves de su éxito.

Nos garantiza que no hay trucos mágicos, «lo que no me gusta es guiar a la gente y decir: esto es la cocina, porque ya lo están viendo. Dejo libertad. Estoy para asesorar, lo que implica saber aconsejar al cliente en el precio que debe pedir y ayudar al comprador a conseguir financiación. Si no, no hay venta».

Las vacas flacas no son buenas para nadie, «pero cuando las casas ya no se venden solas es cuando hacemos falta los profesionales». De hecho, en Estados Unidos sólo un 5% de operaciones de compra-venta se hacen entre particulares y en España son el 60%.

Si facturó un millón de euros, «en su casa no hay crisis», preguntamos. «¡Ese no es mi sueldo!, ya me gustaría, pero hay muchas partes a repartir, y de ahí sale la inversión en marketing».

No se sabe si el sector se frenará, ella tiene claro que no. Su próximo objetivo: 150 ventas en un año. Ahí es nada.

Afán de superación

Nació y creció en Las Delicias y estudió pedagogía terapéutica. Un buen día acudió a una entrevista de trabajo, de eso hace 5 años, y desde entonces no ha parado de vender casas hasta convertirse, a los 30 años, en la mejor vendedora de España y en la primera en recibir el máximo premio de su empresa. Ha hecho todos los cursos de leyes, marketing y finanzas habidos y por haber y no tiene intención de parar, «soy ambiciosa, en el buen sentido de la palabra, me gusta superarme a mí misma».

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE VALLADOLID