Su suerte está unida para siempre a la de Ruiz-Gallardón. El vicealcalde lleva clavada una espina: el congreso del PP de Madrid en el que quiso competir con Esperanza Aguirre. "Entonces decía Ángel Acebes que presentar una candidatura no salía gratis", recuerda. La vida da muchas vueltas.

Dentro del PP, usted que es la mano derecha de Gallardón, debe de ser un blando...

No distingo esas categorías. No hay duros y blandos. Dentro de un partido tan amplio como el PP lógicamente no todos estamos de acuerdo en todo, pero en la gran mayoría de las cuestiones nucleares sí que lo estamos.

Coincide, sin que sirva de precedente, con Esperanza Aguirre, que se negaba a dividir el partido entre moderados y carcas.

Ella sostiene, en cambio, que ha sido maltratada. Usted mismo la ha acusado de montar espectáculos...

Yo dije que no creía que fuera a presentar su candidatura porque no tiene suficientes apoyos en el partido. Nadie duda de que si Esperanza Aguirre tuviera un apoyo mayoritario dentro del PP le encantaría y presentaría su candidatura, cosa que sería muy respetable. En cuanto a que se la trata mal, será que no escucha algunas radios por la mañana, porque hay emisoras que la tratan fenomenal.

Habla de medios y emisoras. ¿Ha estado el PP subordinado a algunos de estos medios?

Hay medios de comunicación que quieren marcar la agenda, que quieren decidir cuáles deben ser la iniciativas que se presentan en las Cortes, cuál ha de ser la línea del PP, quién debe presidirlo, cuándo se considera un congreso a la búlgara y cuándo es muy democrático. Puede que parcialmente hayan conseguido esta subordinación con algunas personas.

¿Alguien además de Rajoy podría concitar un apoyo mayoritario dentro del PP?

¿Hay una campaña orquestada contra Rajoy?

Como aquí se puede decir la verdad, aunque el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, afirmara el otro día que echaba de menos la libertad de expresarse -yo la he echado de menos a veces en el partido en Madrid- sí que es evidente que había una serie de personas dentro y fuera del partido que creyeron que Rajoy se iba a ir, incluso hicieron lo posible para que se fuera, y que tenían ya decidido a quien colocar, a la destinada a ser la líder del partido. Y eso les ha fallado.

¿Hablamos de Esperanza Aguirre?

Hablamos de Esperanza Aguirre, sí. Me parece legítimo que esas personas aspiraran a eso, pero ocurre que les falló el plan. Primero, porque Mariano Rajoy no se quería ir ni mucho menos permitió que se le echara de mala manera. A partir de ahí también se dieron cuenta de que la mayoría del partido está con Rajoy.

Quien sí se postula es Juan Costa. ¿Hay alguien tras él?

No lo sé. Pero sí Juan Costa diera el paso de presentarse sería legítimo y democrático. Yo nunca me enfadaré por eso y no oigo enfadarse a nadie. Igual que tampoco debemos enfadarnos por las críticas que se puedan hacer a la dirección del partido. Otra cosa es que discrepemos de las mismas.

Me parece que a Ignacio González hay que respetarle -él a mí me ha respetado siempre, no así otros compañeros suyos-, aunque yo no comparta lo que dice y trate de rebatirle con mis argumentos.

¿Juan Costa tiene vida propia o es la persona interpuesta de Rodrigo Rato?

No, yo creo que tiene vida propia. Otra cosa es que haya una serie de personas que pretendan utilizarle. Pero yo respeto todas las decisiones que pueda tomar Juan Costa.

¿Qué une a Costa, Ignacio Astarloa, Gabriel Elorriaga y a dos hombres de Esperanza Aguirre como Ignacio González y Francisco Granados, además de un burladero de las Ventas?

No sé si hay algún nexo entre ellos. Si luego hay un elemento común que les pueda aglutinar en una candidatura, no lo sé, aunque saldremos de dudas en muy poco tiempo.

¿Existe un problema de liderazgo en el PP o mucha ambición de poder?

Por eso, cualquier persona que legítimamente pueda aspirar a presentarse o formule alguna crítica es aprovechada por ese sector, que lo que busca es el desgaste puro y duro de Mariano Rajoy y, por tanto, de mi partido.

¿Entre esas personas está Aznar?

Yo creo que no. Aznar no está interviniendo en este proceso en nada.

¿Usted cree que Aznar sigue confiando en Rajoy y en sus principios?

No sé lo que piensa Aznar. Lo que sí sé es que Aznar no está en maniobras de desgaste como pueden estar otros, fundamentalmente fuera de mi partido.

¿Entonces no es Aznar quien pone palabras y críticas en la boca de Mayor Oreja?

No lo creo. Si Aznar quisiera decir algo no necesitaría ningún intermediario; lo diría directamente. Él en su momento tomó una decisión y la está manteniendo.

Mayor Oreja critica abiertamente a Rajoy y Rato no le dirige la palabra. ¿Estamos ante la venganza de los sucesores frustrados?

Tampoco lo creo. En el caso de Rodrigo Rato, a pesar de que su nombre se utiliza en vano en numerosas ocasiones y por numerosos medios, estoy convencido de que ha tomado una decisión personal y va por otros derroteros como estamos viendo cada día, con gran éxito en su actividad profesional muy ligada al mundo económico.

Para nada creo que esté interfiriendo ni interviniendo en esta situación. Otra cosa es que tengan sus opiniones como militantes muy destacados del partido. Pero no les veo en este tipo de historias.

Hablemos de opiniones. Elorriaga dice que falta un líder; Arístegui que el PP no tiene un modelo de España. Si todo eso es verdad, tienen ustedes un problema...

En cualquier organización puede haber personas que discrepen y eso no tiene por qué asustar a nadie. Y luego habrá otras personas que opinemos lo contrario. Al final, todo eso se debate, el que quiera se presentará y el partido mayoritariamente decidirá. Esa decisión es la que a partir de ese momento hay que respetar y acatar. Seguro que todos lo vamos a hacer.

Según la mayoría de las encuestas, el líder más valorado del PP es Gallardón.

¿Y Gallardón no se ve capacitado para liderar el PP?

Gallardón ahora mismo considera que el mejor presidente que podemos tener es Mariano Rajoy y por eso le presta su apoyo. Ese crédito de Ruiz-Gallardón es bueno que se sume al que tiene también Rajoy para hacer un partido fuerte y conseguir un cambio de gobierno en España.

¿Gallardón presentaría su candidatura si tuviera los apoyos suficientes?

En este caso y en este momento, no al 100%. Su decisión es la de apoyar a Mariano Rajoy.

Me dirá que el alcalde no es una persona ambiciosa...

Todos los que estamos en política tenemos primero la ambición colectiva de cambiar las cosas y Ruiz-Gallardón ha dado pruebas más que suficientes con su gestión. Y tiene esa ambición política para ocupar cargos dentro del partido, como todos. Pero su ambición en este momento es que Rajoy sea presidente del PP.

Entonces no es por su ambición por lo que despierta odios africanos en el PP.

Al revés. En la inmensa mayoría de los militantes del partido despierta mucho cariño y mucha cercanía. Las muestras de afecto a Gallardón son mayoritarias. Que haya algunas personas que puedan tenerle odio, pues como en cualquier otra actividad.

Si Gallardón fuera requerido a tiempo completo por Rajoy, la alcaldesa sería Ana Botella. ¿Se pondría usted a sus órdenes?

Lo de los tiempos y las incompatibilidades merece una reflexión. La persona que necesita más dedicación porque tiene más problemas que resolver es el presidente del Gobierno de España, y tanto en el caso de Zapatero como en el de Aznar son y han sido los máximos dirigentes de sus partidos. Es absolutamente compatible tener un cargo ejecutivo con otro en el partido.

Si, según Rajoy, Gallardón no podía ser diputado para no desatender la Alcaldía sería extraño que ahora pretendiera que compatibilizara el Ayuntamiento y un cargo en el PP.

No tengo ni idea de cuál es la lista, el equipo que va a presentar Rajoy. Gallardón ha estado en el comité ejecutivo muchos años y está en disposición de colaborar con el partido en lo que se le pida.

¿No hay ninguna posibilidad de que deje la Alcaldía y Ana Botella sea la alcaldesa?

Posibilidades las puede haber en cualquier momento porque Ana Botella es la dos de la lista. Esa posibilidad existe pero Ruiz-Gallardón está muy motivado, muy entregado con los asuntos que tenemos en Madrid, entre otros conseguir que Madrid sea la sede de los Juegos del 2016.

¿Y usted seguiría como vicealcalde?

En esa circunstancia sería el alcalde o la alcaldesa quien lo decidiera en primer lugar. Pero mi preferencia en política es estar al lado de Ruiz-Gallardón.

Salvo que sea usted el que vaya a la dirección del PP como vicesecretario, que con eso también se ha especulado. ¿Esa oferta se ha producido?

No me ha llegado ninguna oferta de momento. Si me llega, la valoraremos.

¿Usted no se pondría a disposición de Rajoy si requiriera sus servicios?

Estamos a disposición de Rajoy una inmensa mayoría de militantes.

Adora: A mis hijos.

Detesta: La hipocresía.

Teme: Una enfermedad que me convirtiera en una carga para mi familia.

Aspira: A conseguir los Juegos Olímpicos.

Colecciona: Me gustaría coleccionar amigos.

Una manía: No soy maniático.

Un defecto: Muchísimos.

Una virtud: No me doy por vencido.

¿Reza alguna vez? Últimamente poco.

¿Canta en la ducha? No.

El café, ¿solo, cortado o con leche? Por la mañana, con leche; el resto del día, cortado.

¿Conserva amigos del colegio? Alguno.

¿Cambia mucho de peluquero? Voy al mismo desde los 14 años.

¿En qué caprichos gasta más dinero? Últimamente en bicicletas. He cambiado y ha sido un poco capricho.

¿Cuál es el viaje que está deseando hacer? A Copenhague el 2 de octubre del año que viene a escuchar el nombre de Madrid como sede de los Juegos.

¿Qué libro está leyendo? La divisa en la torre de Antonio Pereira, sobre el 2 de Mayo.

¿Es más de conciertos o de cine? Más de cine y de deportes.

¿Los vicealcaldes tienen resacas? Como todo el mundo si bebe más de la cuenta.

Nació el 18 de junio de 1956 en Ponferrada (León). Licenciado en Derecho y máster en Administración de Empresas. Diputado autonómico madrileño desde 1991 a 2003. Ha sido consejero de Presidencia, de Hacienda y portavoz del Gobierno regional. En 2004 quiso disputar la presidencia del PP de Madrid a Esperanza Aguirre. Vicealcalde de Madrid desde 2003.