Se trata de una dolencia que afecta a personas mayores, pues está asociada al deterioro físico y cognitivo, y hasta puede ser síntoma de otras enfermedades. Los afectados acumulan la basura e incluso la recogen de la calle.

Los técnicos de la Concejalía de Sanidad, que dirige Mari Carmen Román, adecentan las casas y derivan a estas personas a Servicios Sociales.

Allí les atienden asistentes y se les convence para que acepten ayudas domiciliarias y les visitan, pues normalmente «son gente que vive sola y pueden recaer», explican.

Según la psiquiatra adjunta de la Unidad de Agudos del Hospital de Sant Joan, Fernanda Valdivia, los Diógenes padecen un «trastorno por acumulación», algo que, de forma más frecuente pero menos grave, sufren, por ejemplo, los coleccionistas.

«El problema viene cuando invaden sus casas de periódicos, por ejemplo, y sufren al desprenderse de ellos, o se aislan, pues nadie puede visitarles por falta de espacio», dice. También por animales, ropa, muebles, objetos inservibles... Si tienen medios ecónomicos «no pasa nada», pues archivan en armarios.

La higiene es clave

Lo más importante para detectar el síndrome de Diógenes es el «abandono en el cuidado de sí mismos», asegura la psiquiatra Fernanda Valdivia. Los «acumuladores», salvo cuando hacen acopio de animales, no suelen crear problemas de salubridad. «Se les descubre si acuden a terapia por ansiedad o depresión y, a veces, después de muchos meses». A algunos, nunca se les detecta.

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