Pilar Gómez nos cuenta su propia historia

Llega a Triángulo esta pieza terriblemente viva y optimista sobre experiencias personales
Mejorcita de lo mío.
Mejorcita de lo mío.
Ana Escobar
Mejorcita de lo mío.

Golpes continuados, a impulsos de verdad, de una verdad rica y cotidiana. Eso es Mejorcita de lo mío. Y eso es también Pilar Gómez, su creadora, su actriz, su musa, su alma. En este monólogo (¿el mejor que ha pasado últimamente por Madrid?) nos llega su historia, pero de tal manera que su verdad es comparable a la de los demás. «Os sentís identificados porque lo que cuento es mi relación con mi madre, con la Virgen, con el planeta Tierra… Son cosas tan cotidianas como el amor o el desamor, ¿y quién no ha pasado por algo así?». La comunicación es la mejor baza de esta actriz, que rompe la cuarta pared y establece un diálogo fresco y vital.

Pero como toda gran historia, su comienzo es de lo más vulgar: una servilleta, con unas cañas de por medio. Las ideas estaban en la cabeza. Necesitaba contar su existencia, quería investigar cómo «encontrar mi propio lenguaje». Tras una comida con el que sería su director, el también actor Fernando Soto, todo quedó plasmado en ese trozo de papel. Con dos meses intensos de trabajo, ayudados por la coreógrafa Paloma Díaz, transformaron esa servilleta en un texto de casi 90 minutos. Un trabajo de amigos («necesito estar rodeada, es que soy muy miedosa») mezcló dos formas de trabajar, de enfrentarse a unas ideas: «Fernando es el punto más poético y yo, aunque sea de la misma profundidad, me acerco desde el chascarrillo».

Pilar Gómez es una mujer vulnerable y a la vez fuerte, y no es un contrasentido. Como Mejorcita de lo mío, una espléndida y recomendable terapia de felicidad y vitalidad: «La gente me dice a la salida: ya estoy contenta para una semana. Los que repiten lo hacen para volverse a dar ánimos. Con estas críticas tan bonitas, ¿cómo no estar contenta?».

Madrid / Sala Triángulo / Desde el 12 de junio / www.teatrotriangulo.com

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