Una mujer española ha vivido
a sólo 200 metros de la casa de
Amstetten (Austria) donde
Josef Fritzl secuestró
durante 24 años a su propia hija. Además de violarla en numerosas ocasiones,
La mujer explica que Josef y su esposa "como
buenos abuelos se hacían cargo de los hijos de su hija". Por eso en el barrio se lo consideraba
"un buenazo".
También ha explicado que
Rosemarie, la mujer del 'monstruo de Amstetten' era
muy activa en las actividades escolares y que los vecinos al verla
"muy decaída", le preguntaron qué le pasaba. Ella sólo dijo que
"su marido pasaba mucho tiempo en el sótano".
"Si esto pasa aquí, seguro que
intentan lincharlo", ha explicado la vecina española de Josef Fritzl.
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