Aprendiendo por arte de magia

  • Casi un centenar de escolares salmantinos aprenden trucos de magia en los talleres que se celebran en las bibliotecas de la ciudad.
  • Estos talleres son el preámbulo de la tercera edición del Festival Internacional Intermagia que comienza el 22 de este mes.
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El mago Mad Martin, durante su taller de magia para niños sordomudos.
El mago Mad Martin, durante su taller de magia para niños sordomudos.
LUKASX MICHALAK/ICAL
El mago Mad Martin, durante su taller de magia para niños sordomudos.

El Festival Internacional Intermagia comenzará el 22 de este mes con numerosos espectáculos en diversos lugares de la ciudad, como teatros, calles, hospitales y residencias. Con este evento, organizado por la obra social de Caja Duero, se pretende acercar un poco más al público al mundo de la magia. Como preludio, durante este fin de semana se organizaron talleres para que los niños de Salamanca puedan aprender cómo se realizan pequeños trucos y disfruten después delante de sus familias y amigos. Las bibliotecas de la ciudad han acogido a los magos Ya-Lipú y Mad Martin, que con ganas y mucho humor les han introducido en el misterioso mundo de la magia.

El mundo de la magia es mucha gesticulación, este idioma es universal

Este año es el tercero que se celebran y como novedad se ha introducido la posibilidad de que niños que sufren sordera acudan a los talleres y disfruten y aprendan como uno más. Para ello han contado con la ayuda de intérpretes, pero según Ya-Lipú, uno de los magos, "no han sido tan necesarios porque el mundo de la magia es mucha gesticulación, este idioma es universal. Además, estos niños tienen una gran receptividad y más memoria visual que los demás. La experiencia ha sido muy positiva porque hemos conseguido lo que nos propusimos, que era que se integraran completamente, así que tenemos la intención de repetirlo el año que viene."

El objetivo de enseñar trucos básicos a los niños es, según el mago, "acercarles al mundo de la magia, cómo hay que verla y que entiendan que no se hace de cualquier manera, que requiere mucho trabajo, muchas horas de ensayo para crear los efectos que hacen que lo que hacemos parezca magia de verdad." A lo que añade que "desde el principio queríamos que fuese dinámico y participativo, que no se aburrieran." Por eso, después de cada truco, una ayudante entrega a cada niño los elementos necesarios para realizarlo, como una baraja de cartas, una copa con una bolita o unas cuerdas ‘con truco'. Los más pequeños a veces lo tienen complicado:

sus manos son más pequeñas y en ocasiones no entienden bien el truco, pero disfrutan como todos los demás. Se impresionan igual que un adulto, pero con la
inocencia de quien aún no entiende que sólo es un artificio. Eso sí, cuando entienden cómo se hace, son los primeros en querer demostrarlo. Así, aquellos que lo deseen pueden salir a enseñar a sus compañeros las destrezas que han aprendido, siempre con el
toque y el humor de un mago profesional. En los talleres, impartidos con humor y paciencia, también apenden que después de un truco siempre hay que aplaudir. Al principio, el maestro debe recordárselo, pero después, como algunos ya han estado en su lugar, el aplauso sale mucho más natural.

Este taller también se imparte es otras ciudades de España, como Cáceres y Valladolid, Soria, donde se realizará este año por primera vez, o Zamora, donde la de este año alcanza la edición número 15. En Salamanca han participado las bibliotecas de algunos barrios como Pizarrales, San José o Garrido, donde por la alta participación -cada sesión está dedicada a 20 niños- han tenido que ampliar el programa repitiendo los talleres.

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