¿Qué ocurre cuando un estudiante no está de acuerdo con la corrección de su examen? Que solicita una revisión a su profesor o, si lo desea, a otro de la misma materia. ¿Y si una vez realizada dicha revisión sigue sin estar satisfecho? Lo común es que ahí finalice el proceso; se conforme con el resultado ante la impotencia de no poder hacer nada contra el sistema.

Sin embargo, en la mayoría de universidades existe una figura a la que se puede recurrir en estos casos.

Es el denominado defensor universitario, una persona designada por el Claustro y que tiene la potestad de proteger y velar por los derechos de los alumnos, pero también por los de los profesores y el resto de miembros de la comunidad universitaria.

Ayuda para estudiantes

Sus funciones se extienden a cualquier materia que tenga que ver con el centro: ya sean quejas, dudas, sugerencias, conflictos personales... Aunque la mayoría de consultas que se realizan proceden del alumnado y tienen que ver con la discrepancia en el terreno de las calificaciones.Una vez que se le ha trasladado el problema, el defensor universitario

Éstas no son decisorias, pero sí muy influyentes. La figura del defensor universitario no es obligatoria, y de hecho no todas las universidades cuentan con ella. Sin embargo, ya son más de 50 los centros que disponen de este servicio, y cada vez son más las peticiones que reciben.

Esto no debe entenderse como un empeoramiento de la calidad universitaria, sino todo lo contrario, ya que el conocimiento de los derechos por parte de los ciudadanos, y los cauces para defenderlos, van en aumento.