En plena crisis alimentaria mundial, hace unos días el secretario general de la ONU advertía de las fatales consecuencias de la misma, los transgénicos ganan fuerza como una posible solución.

El diario El País señala en un reportaje que España está apostando por ellos frente a otros países europeos que no se muestran muy convencidos. Siete países de la UE (Francia, Rumania, Italia, Hungría, Grecia, Polonia y Austria) han prohibido los cultivos modificados genéticamente.

El Consejo de Ministros Comunitario es el encargado de decir en último extremo, pero como indica El País cada Estado puede invocar una cláusula de salvaguarda, justificada con informes científicos.

Un 40% más

En España, asegura el rotativo, la superficie de variedades de maíz genéticamente modificado que se cultivaron en España aumentó un 40% en 2007 y llegó a las 75.148 hectáreas. La mayoría se cultiva en Aragón y Cataluña. Los transgénicos cuentan en nuestro país con

El País relata casos de agricultores ecológicos de Cataluña, Aragón o Castilla-La Mancha que han visto como sus cosechas se perdían por culpa de la "contaminación del polen transgénico de plantaciones próximas".

En cuanto a los sindicatos agrarios también hay división de opiniones: Asaja está a favor y Coag, en contra.

Desde Greenpeace muestran su rechazo a los transgénicos. "Si fueran tan buenos los transgénicos, la enorme presión de la industria, que ahora está hasta en el Gobierno, y los años que hace desde que el maíz transgénico fue autorizado (1998) lo habrían adoptado muchos más agricultores", asegura a El País Juan Felipe Carrasco, responsable de transgénicos de Greenpeace.