«No hay ninguna norma que regule cómo debemos montar y estoy a merced del conductor. Muchas veces no paran o cuando ya estoy dentro echa a andar sin esperarse a que sujete bien a la niña. Pido que abran la rampa central, más humanidad por parte de los chóferes y cinturones para atar las sillas», explicó Conchi Reina.

Latbus dice que hay que subir con el carrito plegado, pero no hay una norma específica, así que muchas madres hacen malabares para recoger el carricoche, sujetar al niño, el bolso, la compra y subir en el bus.

Conchi en sus desplazamientos desde Beniaján hasta La Arrixaca tenía que hacer estos malabares hasta que Latbus le dio una tarjeta autorizándola a poder subir con la silla abierta. «Un día el chófer me dijo que la tarjeta no valía y me montó un espectáculo delante de los viajeros. Me sentí tan humillada que bajé llorando».

"Velamos por la seguridad de los pasajeros"

Los chóferes de Latbus reconocen que tienen problemas a diario con madres y padres que suben al autobús con las sillitas. «Pedimos que la plieguen porque donde más seguros van los niños es en brazos de sus padres. El problema es que si están montados en la silla y ésta vuelca y le pasa algo al bebé, la responsabilidad recae en el conductor porque es el que tienen que velar por la seguridad de los pasajeros». El PSOE ha pedido que se regule el acceso al transporte público. «En Madrid hay un espacio habilitado para poner las sillitas».